Tiempos Perdidos | BlackMaps x RamaCity

"Demasiado Tarde"

“Llegaste tarde”, esas palabras habían estado rondando la cabeza de Agustín toda la noche. Todos esos días pensando, imaginando, soñando, y creyendo que alguna vez estarían juntos... todo se esfumó. Tal vez si hubiera sido más claro, si el tema no hubiera nacido como una joda, si hubiera surgido orgánicamente entre ambos...

Agustín se dio vuelta en la cama por enésima vez, buscando una posición que le permitiera por fin dormir. Pero no había almohada ni frazada que pudiera mitigar la sensación de vacío que lo consumía. ¿Cómo había llegado a esto? Todo había comenzado como una amistad, una conexión tan natural que empezó por Twitter. Ni siquiera se dio cuenta de lo profundo de sus sentimientos hasta que fue demasiado tarde.

Recordaba cada chat de WhatsApp, cada risa compartida, y cómo su corazón se aceleraba con cada mensaje que recibía. Pero nunca se atrevió a decir nada más que indirectas vacías. ¿Y si lo rechazaba? ¿Realmente iba a arriesgar esa “amistad” solo por sentir algo más?

Pensó que había tiempo, que no había necesidad de apresurarse. Y entonces, de la noche a la mañana, todo cambió. Esa sonrisa que antes le pertenecía, ahora era para alguien más.

Era doloroso recibir esos mensajes, ver cómo la persona de la que estás enamorado interactúa románticamente con otras personas, y que te cuente detalle por detalle cada una de sus citas para que lo aconsejes. Sentía como si cada palabra fuera una pequeña daga, recordándole que Ramiro nunca lo vería de la misma manera. ¿Qué se hace en esta situación?
-“¿Sentirá algo por mí? No lo creo. ¿Le hablarías de tus citas a alguien que te gusta? A menos que lo hiciera para dar celos…” pero la respuesta era obvia.
Y aun así, había algo más...

“Si me lo hubieras dicho antes…” Esas simples seis palabras lo habían destruido; era lo más cercano a recibir una bala de plomo en el corazón.

Ahora estaba atrapado en una realidad que él mismo creó, todas sus decisiones lo llevaron a esto. Ver cómo pudo haber existido una oportunidad que dejó pasar era un veneno lento y constante que lo atormentaba.

Ver su rostro detrás de la pantalla en cada stream era un recordatorio de todo lo que pudo ser y no fue, como ver el reflejo distorsionado de sus propios deseos, una imagen borrosa de lo que pudo haber sido, si tan solo hubiera dejado las cosas claras.

Agustín se sentó en la cama, sintiendo el peso de sus sentimientos. Tenía que encontrar una manera de seguir adelante; al final, la amistad continuó aún después de la declaración tardía. El interés con el tiempo había ido bajando, pero no había dejado de existir. Ahora tenía que soportar estar cerca de él, pero solo como amigos. ¿Cómo iba a seguir esto? Él ya sabía lo que sentía, sería un poco incómodo seguir hablando, pero eso era lo que quería en primer momento, ¿no? No romper la conexión.

Al día siguiente, Agustín se despertó con una sensación de inquietud. Hoy no habría un stream común; Ramiro había planeado una juntada en su nuevo departamento para hacer un stream juntos. Era una excusa perfecta para pasar el rato con él en persona después de tanto tiempo.

En la tarde, después de preparar todo, se dirigió al departamento de Ramiro. Llegó al edificio y subió, sintiendo cómo la ansiedad empezaba a crecerle en el pecho. Cuando Ramiro le abrió la puerta, lo recibió con una sonrisa que, como siempre, le hizo olvidar por un segundo el quilombo interno que estaba viviendo.

-"¡Mirá quién llegó!", bromeó Ramiro, mientras le daba una palmada en la espalda.
-"Bienvenido a mi humilde hogar, llegaste un poco temprano", dijo en tono de broma.

Agustín se rió, devolviéndole la palmada. "No te vas a librar tan fácil de mí."

Instalaron el equipo, y en cuestión de minutos, ya estaban transmitiendo en vivo desde el living de Ramiro. La audiencia se emocionó al verlos juntos en persona, y los comentarios no tardaron en inundar el chat. Agustín mantuvo su rol habitual, haciendo chistes sobre el departamento y burlándose de Ramiro por cada cosa que veía.