𝗕𝗲𝘁𝘄𝗲𝗲𝗻 𝗗𝗿𝗲𝗮𝗺𝘀 𝗮𝗻𝗱 𝗠𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝘀 ~One Shots De Young Miko~

𝑇ℎ𝑒 𝑞𝑢𝑒𝑒𝑛 𝑜𝑓 𝑡ℎ𝑒 𝑟𝑖𝑛𝑔

El sol se filtraba a través de las cortinas, bañando el apartamento con una cálida luz matutina. Miko estaba en la cocina, preparándose un café, cuando Valentina entró con una sonrisa radiante.

—¡Amor, adivina qué! —dijo Valentina, saltando emocionada.

—¿Qué pasó, Vale? —preguntó Miko, levantando una ceja.

—Ibai me contactó... ¡me quiere pa' "La Velada del Año V"! —exclamó Valentina, sin poder contener la emoción.

Miko casi dejó caer su taza de café. Sabía lo que significaba esa invitación. Era un honor, pero también un reto enorme.

—¿En serio? —respondió Miko, tratando de procesar la noticia. Por un lado, estaba emocioná por Valentina, pero por otro, la idea de verla pelear la llenaba de nervios.

—Sí, pero hay algo más —añadió Valentina, acercándose a Miko con una sonrisa traviesa—. Ibai me dijo que nadie en mi chat puede saberlo hasta que se anuncie oficialmente. Será una sorpresa.

Miko la miró con ojos llenos de orgullo, pero también de preocupación. Sabía que Valentina era fuerte y determinada, pero la idea de verla en un ring, enfrentándose a otra persona, no dejaba de inquietarla.

—Estoy bien orgullosa de ti, mami, pero... ¿tú estás segura de esto? —preguntó Miko, abrazándola con fuerza.

—Completamente segura. He estado entrenando en secreto y siento que estoy lista. Además, sé que estarás ahí apoyándome, y eso me da la fuerza que necesito —respondió Valentina, besando a Miko en la mejilla.

Los meses de preparación pasaron volando. Valentina entrenaba con intensidad, dedicándose por completo a estar en su mejor forma para el gran evento. Miko la acompañaba a cada entrenamiento, ofreciéndole apoyo y ánimo, aunque en el fondo no podía evitar preocuparse.

Finalmente, el día de "La Velada del Año V" llegó. El estadio estaba lleno, la energía en el aire era electrizante. Miko estaba en primera fila, su corazón latiendo con fuerza mientras veía a Valentina prepararse para su combate.

El combate de Valentina sería el último de la noche, el plato fuerte. Cuando el momento llegó, la presentadora tomó el micrófono y comenzó a anunciar a las peleadoras.

—¡En la esquina roja, con 51 kilos 200, un metro sesenta, desde PUERTO RICO, VALENTIIIIIINAAA! —la voz resonó en el estadio, seguida por un estruendoso aplauso.

Valentina entró al ring con determinación en sus ojos, su cuerpo listo para la batalla. Miko la observaba con una mezcla de orgullo y nerviosismo, deseando con todas sus fuerzas que todo saliera bien.

La primera ronda comenzó, y Valentina no perdió tiempo. Se lanzó con todo, mostrando la fuerza y la técnica que había estado perfeccionando durante meses. Sus golpes eran rápidos y precisos, y la otra peleadora apenas podía mantener el ritmo.

La segunda y tercera ronda siguieron el mismo patrón. Valentina dominaba el combate, sus movimientos eran casi como una danza, mezclando gracia con poder. Cada golpe que lanzaba hacía que el público rugiera de emoción, y Miko no podía dejar de animarla desde su lugar.

Finalmente, llegó el momento de la decisión. El estadio estaba en silencio mientras la otra presentadora se acercaba con el micrófono para anunciar a la ganadora.

—Y la ganadora... del último combate de "La Velada del Año V"... es... —hubo una pausa dramática que hizo que el corazón de Miko se detuviera por un segundo—. ¡La esquina... LA ESQUINA ROJA, VALENTINAAAAAA!

El estadio estalló en aplausos y gritos de celebración. Valentina alzó los brazos en señal de victoria, una sonrisa enorme en su rostro mientras miraba a Miko, quien estaba con los ojos llenos de lágrimas de alegría y orgullo.

Miko corrió hacia el ring, saltando las barreras que la separaban de su novia. Cuando finalmente llegó a Valentina, la envolvió en un abrazo, levantándola del suelo.

—¡Lo hiciste, Vale! ¡Eres increíble! —gritó Miko, su voz llena de emoción.

—Lo hicimos, Miko. Esto fue por nosotras —respondió Valentina, besándola con pasión mientras el público seguía vitoreando su nombre.

Esa noche no solo celebraron la victoria de Valentina, sino también la fortaleza de su amor, un amor que había superado los miedos y las incertidumbres, demostrando ser tan invencible como Valentina en el ring.