Extra #3

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"Knew we would crash at the speed that we were going,

didn't care if the explosion ruined me.

-Dangerously"

Christine.

Arrugo la nariz ante el dulce olor que proviene de algún lugar, ¿qué infiernos es eso?

Dios, es deliciosamente dulce.

Mi pies se levantan por sí solos dirigiéndome hacia donde viene, pese a mi estado somnoliento luego de haber dormido lo que esperaba sean dos horas, rasco mis ojos perezosamente siguiendo el camino. Cada vez más cerca del delicioso olor, mi estómago gruñe como si nunca hubiera tenido una pasta con mucho queso hace horas como almuerzo.

Pestañeo, frunciendo las cejas. Una puerta blanca y el olor intensificado a mil detrás de ella, no tengo que ser muy inteligente para saber que el olor viene de allí. Relamo mis labios ansiosa de saber, huele como pan recién hecho. ¿Pan dulce? Dios, se me hace agua la boca de solo pensarlo.

Raramente estaba experimentando antojos, me extrañaba pero sabía que era algo normal también. Al igual que no tener náuseas o vómitos, sé que en alguna parte de Estados Unidos el padre de mi hijo estaba sufriendo de éstos.

Axel... Él me había llamado para saber cómo estábamos, no solo eso, también estaba testeando cada que puede para saber cómo ha estado mi día, preocuparse por si he comido y descansado adecuadamente. Hace que piense bien la decisión de haber tomado ese espacio entre nosotros, sin embargo, no me atrevía a retractarme.

Sigo creyendo que es algo que necesitamos. Algo que tenemos que tener.

Tenía la esperanza que en un futuro podemos estar juntos, lo sé, pero quiero que en ese futuro estemos bien en su mayoría. Sin secretos, sin mentiras, sin enemigos queriéndonos separados, sin dolor. Nos quería sanos no solo físicamente, sino también psicológicamente.

Axel tenía muchas cosas que sanar y yo tenía muchas cosas que dejar atrás, a pesar de que quisiera que no fuese así, su madre y sus acciones tienen repercusiones en mi día a día pese a que intento que no sea de esa forma.

La psicóloga dice que puede ser estrés post traumático, las pesadillas vienen con ella y el hecho de imaginarla en cualquier situación inusual a punto de secuestrarme.

El otro día casi golpeo a una enfermera al intentar llevarme con ella cuando era para una emergencia con un paciente, fue sorpresivo y yo estaba en medio del pasillo perdida en mi propio pensar. Eso me llevó a pedir millones de disculpas a la enfermera.

Hasta el día de hoy sigo sintiéndome culpable.

Abro la puerta, no sorprendiéndome de encontrar un plato con algún postre o comida en el. Sonrío agachándome para tomarlo en mano, me apoyo del marco de la puerta y miro al lado de ésta queriendo encontrar a la persona, a pesar de que siempre hago esto con la ilusión de saber quién es mi nuevo vecino físicamente, nunca lo logro. Él parece cerrar su puerta al instante en que abro la mía.

Entendía su comportamiento, en su primera nota escribió que es tímido pero me parece algo exagerado que no quiera al menos dejarse ver un poco. Supongo que existe lo extremo en esta situación.

Suspiro, esta vez había dos donuts glaseadas con chocolate y un smoothie que al probarlo sabía a banana y blueberries, sabe delicioso. Entro al apartamento cerrando la puerta detrás de mí, mientras bebo la bebida mis ojos no dejan la pequeña nota cuadrada color azul.

La inspiración de Axel Malik (2) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora