Decidimos no saberlo.

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FERIT POV.

Seyran fue dada de alta a la mañana siguiente, solo tuvimos que conseguir sus vitaminas para luego irnos a casa; el camino fue tranquilo y todos nos esperaban en la entrada para felicitarnos por el nuevo miembro de la familia.
Decidimos subir a la habitación para poder tomar una ducha y descansar un poco, por más comodidad que nos quisieran brindar en el hospital no hay nada como nuestra cama.

Dos horas después desperté y no sentí a Seyran a mi lado por lo que levanté la vista y pude verla observándose en el espejo

- Esposa mía, ¿como te sientes? - Seyran estaba de lado, con su camisa sobre sus pechos y sobando su viente.

- Ferit, todavía no puedo creerlo - dijo mientras movía sus manos - ¿Cómo es posible? ¿Crees que pueda escucharnos?

- No estoy seguro, pero de ser así... - me levante para ir a su lado y arrodillarme frente a su vientre y comenzar a hablarle - Hola bebé, ¡soy tu papá! Mamá y yo te amamos mucho y contamos los días para poder conocerte.

SEYRAN POV.

La imagen de Ferit hablándole a mi vientre era demasiado tierna, tanto que casi no me di cuenta de cuando llegaron las náuseas.

- Ferit - traté de aportarlo suavemente pero tuve que salir corriendo al baño.

Así que aquí estaban las náuseas, hubiera preferido lo conocerlas. Ferit me ayudó a lavarme el rostro para después cambiarnos de ropa e ir por algo para almorzar a algún restaurante.

- Entonces esposa, ¿que quieren mi bebé y tú para almorzar?

- No lo sé Ferit, ¿Podríamos ir a ese nuevo restaurante que abrieron en el Bósforo?

- Por supuesto que si amor, lo que ordenes.

Ah ah, Ferit estaba demasiado alegre, con demasiada energía, no dejaba de mirarme a mi y luego a mi vientre para luego sonreír mientras conducía, deseo que esta felicidad sea eterna.
Al llegar al restaurante buscamos una mesa para luego observar el menú, se me antojaron muchas cosas pero al mismo tiempo no, y para colmo, Ferit comenzó a exagerar.

- Creo que será una sopa de lentejas

- ¿Segura? ¿No quieres algo más suave?

- Lo estoy Ferit, es la quinta vez que cambio mi orden, ¡el pobre chico estará cansado de esperar!

- Tamam kariçim, que sean dos, por favor - le dijo al camarero, al fin, estaba empezando a enojarme.

- Ferit, mi amado esposo, podrías por favor no ser tan... ¿pesado?

- ¿Pesado?

- Evet Ferit, me estás sofocando un poco.

- Pero Seyran, solo estoy tratando de cuidarlos, todavía no sabemos si debes seguir alguna dieta en especial, hace poco tuviste náuseas, solo trato de hacer lo que esté en mis manos para que estén bien.

No pude decirle más nada, era cierto.
Estuvimos hablando por algunos minutos acerca del bebé, de cómo llegó cuando menos lo esperábamos y de cómo llevaríamos todo esto.

Al terminar nuestra comida decidimos ir al centro comercial, necesitaba comprar algunas cosas, después de todo, mi cuerpo cambiaría y mi ropa ya no me quedaría.
Entramos a las que se habían convertido en mis tiendas favoritas, le modelé a Ferit prendas en específico y él eligió unas cositas para mi.

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