insatiable

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Omegaverse

Ambos eran almas gemelas.

Lo tenían más que claro, eran destinados. Se conocen desde los primeros años de vida y están cien por cien seguros de que se mantendrán juntos hasta el último aliento.

Son distintos en muchas cosas, y eso hace su relación mucho más divertida y su lazo se hace más fuerte cada día.

Los opuestos se atraen, dice el famoso refrán.
Y sí, ellos lo confirman, pero hay algo en lo que aquel alfa pelinegro y aquel omega peliblanco son extremadamente iguales.

Son insaciables.




















Un sonido húmedo resonaba en aquellas cuatro paredes, junto a unos dulces gemidos que para aquel alfa eran la melodía más hermosa jamás escuchada.

Jake se follaba a su omega en cuatro sobre su cama, este vestía una fina lencería color negro que contrastaba con su pálida piel y volvió loco al mayor apenas lo vió.

Lo llevo inmediatamente a la habitación y empezó a follarlo sin rodeos.

- ¡J-jakey! ¡Alfa! -gemia- A-anudame, ¡Por favor anudame!

Jake tomó su cabello antes de responder.

- ¿Quieres llevas mis cachorros, bebé? ¿Mmh? -indago con voz ronca-.

El pequeño omega asintió efusivamente.

- ¡Sí, sí, sí! -grito-. D-dame tus cachorritos, alfa. Seremos l-los mejores padres. ¡P-por favor damelos!

Oh sí, aquel pequeño peliblanco había pedido a su alfa ser follado sin ningún tipo de protección, quería cargar a sus cachorritos y finalmente formar una familia cómo tanto lo han anhelado.
El alfa por supuesto que no se nego ante tal petición.

Tocó su punto dulce y solo tres embestidas directas en su próstata dió por finalizada aquella ronda, sintió el nudo de su alfa en su interior y su miembro creciendo considerablemente. Mientras esté se corría sobre las suaves sábanas.

Sentía aquel caliente líquido llenarlo hasta el fondo y el nudo comenzando a formarse en su interior, se sentía completamente lleno.

Pero quería más. Necesitaba más.

Se dejó caer en la cama mientras regulaba un poco su respiración, y su alfa aún detrás de él esperaba que el nudo baje, mientras daba leves caricias en la pequeña cintura de su omega.

Estuvieron unos minutos en esa posición hasta que el nudo bajó. Y cuando su alfa abandonaba su interior, él omega habló.

- E-espera. Déjame montarte alfa. -rogo en un murmuro-. Por favor, dejame hacerlo.

El pelinegro sonrío, acomodándose a un lado de su pequeño y con agilidad lo sentó en su regazo.

- Claro que puedes hacerlo, cariño.

Comenzaron un beso subido de tono, dónde sus lenguas se encontraron y danzaban juntas. Sunghoon moviendo su trasero sobre el miembro del alfa que ya volvía a endurecerse otra vez.
Se comían la boca de una manera hambrienta y desesperada. El alfa tocando el cuerpo ajeno con posesión pero con cariño a la vez. El omega jadeaba en su boca al sentir aquel bulto entre sus nalgas, quería tenerlo dentro otra vez.

Se separaron cuando el aire les hizo falta e inmediatamente el menor posicionó el miembro de su alfa en su entrada, dejándose caer al instante y sintiendo la punta de aquel pedazo de carne tocando su punto dulce inmediatamente.
Gimió de puro gusto.

7 days of smut challenge (𝐣𝐚𝐤𝐞𝐡𝐨𝐨𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora