7 días, 7 mini historias de smut del Jakehoon.
Jake: top
Sunghoon: bottom
Historia hecha con el fin de entretener. Sin querer ofender a los protagonistas ni a cualquier otro personaje en las historias.
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Jadeos involuntarios salían de su garganta, al sentir aquella lengua chupando y dejando marcas en su cuello, su pequeño cuerpo siendo apresado entre el gran cuerpo de su novio.
Sus manos descansaban en la nuca del pelinegro, acariciando sus cabellos, dejando de una manera tan sumisa que su pareja usará su cuerpo a su antojo e hiciera de este una obra de arte con sus marcas.
El calor cada vez se apoderaba más de sus sistemas, pero querían más. Cuando los besos del mayor comenzaron a bajar, el teléfono del peliblanco sonó, interrumpiendo el momento. Jake bufó ante la interrupción, escondiendo su cabeza en el cuello del más pequeño, intentando regular su respiración.
Sunghoon tomó el aparato, viendo el nombre de su amigo Jay en la pantalla.
- No contestes.-murmuro ronco el mayor, sin moverse de su lugar-.
- Es Jay, amor. Debo contestar, quizás sucedió algo.-respondio este, tecleando al instante-.
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Sunghoon suspiro, dejando el teléfono de lado.
- Jakey, levántate, vamos a ir a casa de Jay con los chicos.
- Mmmh.-se quejo-. Yo no dije que iría.-bromeo-.
- Pues lo siento por tí, irás conmigo sí o sí. -refunfuño-. Levántate.
- Alguien se puso mandon. -dijo riéndose-.
- Cállate y levántate.
- Callame.
- De una patada en los huevos voy a callarte.
- ...Ya no juego. -se levanto-.
El menor se carcajeo, yendo a por su bolso para guardar sus cosas.
A los 15 minutos ya estaban junto con los chicos en la camioneta, en el maletero había una bolsa de compras; carne, snacks, bebidas. Y en todo el camino cantaban las canciones que se reproducían en la radio y reían a carcajadas.
