Déjà vu (+18)

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En este Fic ambos personajes tienen más de 18 años.
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Era un aburrido día más en la tienda de souvenirs en Starr Park. El sol del verano se hallaba a su máximo esplendor y había poca clientela.

Collette se encontraba en la escalera ordenando los regalos de la tienda mientras tarareaba una canción que sonaba en la radio. Edgar, por otro lado, revisaba las ganancias y se encargaba de uno a otro cliente que apenas llegaba. El pelinegro contaba los minutos por salir de esa maldita tienda y por fin poder ir a comer, ya sólo faltaba 1 hora para su tiempo libre. Era una tortura trabajar con ese calor y con una bufanda en su cuello.

Carajo.

Derrepente pasó algo extraño. Se empezó a escuchar fuertes gritos a lo lejos. Edgar frunció el seño confundido y se asomó, sin salir del escritorio, para ver lo que sucedía.  Pero lo único que pudo observar, es como muchos pajaros salian volando a su dirección, y que la gente entró en pánico por ello.

Inmediatamente y sin que él se diera cuenta, su bufanda se estiró hasta enrrollarse firme en la cintura de Colette. Tomando a la chica por sorpresa.

En ese preciso instante, un estruendo resonante llenó el aire, seguido por una ola de energía que parecía sacudir el suelo. Una explosión de humo rosa azotó Starr park junto a la tienda de souvenirs.

En un segundo todo se volvió negro y silencioso.

Pasaron exactamente 10 minutos después de lo sucedido. Entre los escombros, ambos jóvenes lograron recomponerse, aunque la atmósfera estaba impregnada de una sensación desorientada y confusa.

—Cof Cof... Que diablos... —murmuró el joven, tociendo por el pequeño resto de humo rosa que se esparcía extinguiendose.

—Qué pasó?? —Colett levantó la vista y se encontró atrapada entre el escritorio y algunas tablas de madera. Luego miró abajo, pues escuchaba quejidos y se encontró con su compañero algo desorientado.— Ed!! Te encuentras bien?!

—Ugh... —Edgar apenas abrió los ojos se topó de lleno con los pechos de su compañera.

Al parecer la explosión había provocado que los estantes y artículos de la tienda caigan y se amontonen dejandolos aprisionados. Edgar no estaba seguro de que tenía detrás de él que lo incomodaba tanto, pero podía ver como habían algunas cajas, madera, entre otros a su al rededor. Detrás de Colette había un armario que gracias al escritorio no los había aplastado, pero era justamente eso lo que les estaba impidiendo salir.

La albina se encontraba sentada sobre él, sin poder moverse de ahí, con un extremo de su bufanda en la cintura, y el otro sobre su cabeza, protegiendola. Ahora que lo recuerda, la bufanda debió haberla juntado a él durante la explosión para que terminaran así.

—Estoy muy incómodo...

—No sé como salir! —exclamó, palpando los bolsillos en busca de su móvil.— No está! Se me debió haber caído cuando tu bufanda me jaló. Y tu teléfono?

—Ahg, carajo. Lo dejé en el escritorio.

Ambos suspiraron frustados buscando otra alternativa. Sin embargo, Colette recordó que algo muy importante le faltaba.

—Mi diario!!

La albina intentó con desesperación salir e ir por su amado diario, pero lo único que hacía era empujar con sus pechos a Edgar, quien se estaba ahogando por la presión.

—No te muevas. —ordenó débilmente porque apenas podía hablar. Sin embargo, Colette no desistía en su intento por salir.

El calor, la tensión y el roce de sus curpos conllevaron a una inesperada reacción en la masculinidad del joven, que por supuesto Colette notó entre sus piernas.

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⏰ Última actualización: Aug 12 ⏰

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𝘍𝘳𝘦𝘢𝘬𝘴 (𝘖𝘯𝘦-𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴) - 𝑬𝒅𝒈𝒂𝒓 𝑿 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒕𝒕𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora