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REBAÑO

Jeon Jungkook se acostumbró a ser el centro de atención desde que tomó su primera inhalación de oxígeno.

Pertenecer a una adinerada familia, su buen aspecto y el talento innato de ser excepcionalmente bueno en todo lo que se proponga lo ha dejado siempre en la mira de todas las personas a su alrededor.

Tanto para críticas buenas como malas, Jeon Jungkook es alguien a quien en medio de un grupo le es imposible pasar desapercibido; más es en aquellos momentos en los que gran parte del profesorado de Minseon College intenta llamar su atención en los que le resultaría agradable ser invisible.

Al menos para la vista del 99.9% de las personas.

- ¿Quiere un trago, subdirector Jeon? - Su atención es atraída por el sonido suave de la voz a su lado.

Un par de labios rojos le sonríen y Jungkook aprieta los suyos para contener la mueca de molestia que le provoca el agarre que se afianza a su brazo, el cuerpo que se arrima al suyo, el perfume dulzón que pica su nariz.

- ¿Está aburrido? Quizás podamos ir a un lugar más...privado.

Jungkook centra su mirada en la chica junto a él: pequeña y bonita, de facciones elegantes y voz suave. Es preciosa y ciertamente no le hubiera importado ceder a los encantos de la dama; más no es capaz de actuar libremente cuando tiene aquel par de ojos encima.

A dos mesas de distancia de la suya, Kim Taehyung no ha parado de mirarlo desde que pusieron un pie en el lugar, de una manera poco disimulada para la vista y Jungkook no sabe a ciencia cierta qué hacer al respecto.

- ¿Por qué no vas y hablas con él? - Su atención es atraída ante la sugerencia. Alza la vista solo para toparse con un hombre alto con hoyuelos que aparecen junto a una corta sonrisa. - Señorita Shin, sería tan amable de cederme su lugar. Me gustaría hablar de un asunto importante con Jungkook-ssi aquí presente.

Jungkook suspira aliviado cuando la chica acata el pedido, reverenciando con las mejillas algo rojas antes de alejarse con el sonido de sus tacones altos resonando en el piso.

- No lo sabes aún pero te mereces un premio. - Jungkook comenta cuando Namjoon se sienta a su lado, estirando la mano para alcanzar la botella de soju y servirse un trago.

- ¿Un premio, por quitártela de encima? Normalmente me atacarías con un par de comentarios ácidos y miradas asesinas por espantarte una presa. - El director de Minseon College le dice, logrando que Jungkook ruede los ojos, preparándose luego su propia bebida. - Supongo que el corderito realmente te tiene en abstinencia y comiendo migajas. - Las cejas del pelinegro se alzan.

- ¿Quién te dijo...? Espera, fue Hoseok, ¿no es así? - Namjoon se encogió de hombros, no negando ni afirmando nada al respecto, más no hacía falta que lo hiciera. - Le voy a cortar la lengua y luego se la daré de comer.

- No, no harás nada porque si Hobi se entera que tú sabes que yo sé, me cortará a mí los huevos por decirte y luego se los dará a Mickey de merendar. - Namjoon anunció, ganándose la mirada escéptica de Jungkook.- ¡¿Qué?! El hombre es aterrador cuando se enoja y deja de ser todo sonrisas y las semanas sin sexo son lo peor así que te vas a callar y no dirás nada.

- No me gusta que mi vida personal sea parte de sus conversaciones postcoito. - Namjoon rodó los ojos al oírlo. - Y a mí nadie me tiene en abstinencia y comiendo migajas.

- Mhmm...Entonces por qué estás sentado aquí y no has ido tras la señorita Shin. - Cuestionó, rellenando su vaso con soju. - Ella es preciosa y le gustas, lo sabes; sin embargo aquí estás.

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⏰ Última actualización: Aug 12 ⏰

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