El sonido de las sirenas me taladraba los oídos, pero no podía apartar la vista del cuerpo frágil de NaRi, que yacía en la camilla frente a mí. Estaba pálida, tan diferente de la chica vibrante que conocí. Mi corazón latía con una fuerza que hacía temblar mis manos, y una mezcla de miedo y rabia se apoderaba de mí. No era justo. Nada de esto era justo.—¿Va a estar bien? —pregunté a la enfermera, pero no recibí más que un gesto rápido antes de que la puerta del cuarto de emergencias se cerrara en mi cara. Mi respiración se volvió pesada, incontrolable. NaRi estaba tan cerca de darme lo que más deseaba en el mundo, y todo eso podía desmoronarse por culpa de SeoHee.
¿Por qué no la mantuve lejos? Me odié a mí mismo en ese instante. Cada vez que la sombra de SeoHee caía sobre nosotros, NaRi sufría las consecuencias, y eso estaba acabando con ella, conmigo, con todo lo que estábamos construyendo. Y ahora… ahora mi bebé también estaba en peligro.
"¡Jungkook!" -La voz de NaRi resonaba en mi mente, recordando la última vez que había pronunciado mi nombre antes de perder el conocimiento. Apenas podía sostener su mirada entonces, llena de terror y agotamiento.
Cerré los ojos, tratando de calmarme, pero en su lugar, las imágenes del último mes pasaban como una película rota en mi cabeza. Cada llamada anónima, cada mensaje hiriente, cada aparición inesperada de SeoHee... Había sido un infierno constante. Y lo peor era que no tenía idea de hasta dónde estaba dispuesta a llegar.
SeoHee siempre había sido una presencia oscura en nuestras vidas, pero desde que la universidad la expulsó, todo había empeorado. La expulsaron por acoso y comportamiento inapropiado, en parte porque sus obsesiones la habían llevado demasiado lejos. Y yo era parte de esa obsesión enfermiza. En su mente retorcida, me amaba y me odiaba al mismo tiempo. No podía aceptar que yo la rechazara, que la reemplazara por NaRi. Y mucho menos, que la protegiera, que me interpusiera entre ellas.
"Jungkook, tienes que hacer algo…"
Recordaba la última vez que NaRi me lo dijo, su voz temblaba mientras luchaba por mantener la calma. Estaba de seis meses, debería haber estado disfrutando de su embarazo, pero en lugar de eso, vivíamos con miedo. Ese miedo ahora había alcanzado su punto máximo.
—¡No podemos seguir así! —le grité a SeoHee la última vez que apareció en nuestro camino, pero sus ojos, llenos de desprecio, solo se clavaron en mí con una burla cruel.
—Oh, pero Jungkook… ¿No te das cuenta? —su voz era veneno puro—. No puedo dejar que seas feliz sin mí. No cuando todo esto podría haber sido nuestro.
Quería golpearla, quería sacarla de nuestras vidas para siempre. Pero cada vez que pensaba que lo había logrado, volvía, más fuerte, más decidida. Y NaRi sufría. Ahora, mi miedo más grande se estaba haciendo realidad.
Flashback
—¡Déjanos en paz, SeoHee! —le grité, sosteniendo a NaRi que apenas podía mantenerse en pie.
Habíamos ido a comprar a una tienda helado porque a NaRi se le había antojado. Pero no esperábamos que al salie estuviera SeoHee con esa mirada de loca frente a nosotros.
Maldigo el día que me interese en ella.
—No hasta que pagues por lo que me hiciste, Jungkook. No mejor dicho, lo que esa estúpida me hizo —su risa era amarga, llena de odio—. Solo mírate, tan patético. Ella no es nada comparada conmigo.
NaRi, débil pero decidida, intentó responder, pero yo la detuve. Ya no quería que sufriera más por culpa de esa mujer. Pero cada palabra de SeoHee era como una daga.
—Ella nunca te dará lo que yo podría haberte dado. ¡Nunca!
—¡Cállate! —estaba al borde del colapso, mi paciencia agotada—. Estás loca.
—¿Por qué no aceptas la realidad, Jeon? —su tono cambió, ahora se acercaba a la histeria—. Vas a terminar solo, porque nadie puede soportar estar contigo, ni siquiera esa pobre chica que cargas a tu lado. ¡Mírate! Eres tonto.
Simplemente discutir con ella en ese instante no iba ayudar, menos cuando NaRi estaba tan débil y todo había sido por culpa de ella. Aún existía ese miedo que creo SeoHee en NaRi, por lo cual se descompensada muy rápido.
Me di cuenta entonces de que esto no iba a terminar hasta que SeoHee viera cómo todo se desmoronaba para mí, hasta que perdiera todo lo que amaba.
Fin del Flashback
Y ahora… ahora NaRi estaba en una camilla de hospital, con nuestro bebé en peligro. La desesperación se apoderaba de mí. No podía perderla, no podía perderlas.
Apreté los puños, la rabia burbujeando en mi interior. No iba a permitir que SeoHee destruyera lo que tenía con NaRi. No ahora, no cuando estábamos tan cerca de tenerlo todo. No importaba lo que tuviera que hacer, iba a protegerlas. Aunque tuviera que hacerle frente al mismo infierno.
—Por favor, NaRi… —susurré, apoyando mi cabeza en la fría pared del hospital—. Por favor, quédate conmigo… Quédate con nosotros.
Sabía que nada sería igual después de esto. Sabía que tenía que tomar decisiones que cambiarían todo. Pero si quería proteger a NaRi, si quería proteger a mi hija, no podía dar marcha atrás.
Ahhh 👁👄👁❣️✌️
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US ; Jungkook
FanfictionJungkook y NaRi han pasado de ser amigos, mejores amigos, desconocidos, parejita, y ahora novios. A pesar de todo lo que les ha sucedido, nada les impide comenzar una nueva etapa en sus vidas, especialmente cuando NaRi está embarazada. ¿Qué podría p...