Prólogo

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Te criaste en Fontaine, una de las naciones más avanzadas de Teyvat.

Tu madre siempre ha cuidado de ti, pero... Te dejo por sólo por un momento, en el cual... Tu padrastro aprovecho para decirte que asesines a alguien.

Tú, alguien tan inocente, a una corta edad, asesinaste, a un hombre de 30 años con familia, sólo porque tú padrastro le tenía rencor...

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Estás en Fuerte Meropide, un día como hoy, normal para todos, aburrido para algunos, para ti... El mejor día de tu vida, ibas a salir de esa cárcel.

-Bien... Es mi último día aqui- Dijiste para ti misma mientras mirabas a la gente con sus cupones comiendo, casualmente sentiste un brazo en tu hombro.

-¿Wrio?- él sonrió. -Te ves feliz... ¿Acaso ya te aburriste de verme?- dijo él mientras tú volteabas.

-En realidad no, te aprecio bastante, aunque me dobles la edad...- Dijiste en broma mientras acariciabas sus "orejitas"

-Gracias, pero vuelvo y repito, esas no son "orejitas"- Dijo gruñendo.

-Bueno, a mí parecer si lo son.- Dijiste riéndote a carcajadas.

Wriothesley sonrió.

-Venia a decirte que ya debes de retirarte. Con el último juicio de ayer, ya eres... Definitivamente libre-

Tus ojos brillaron al escuchar sus palabras, aunque lo ibas a extrañar.

-Wrio...- Casi lloras, pero lo aguantaste.

-Te voy a extrañar- Dijiste abrazándolo

-Voy a partir a Sumeru, veré si te traigo algo de ahí, y le pediré permisos a Neuvillete.- dijiste mientras ambos empezaban a caminar en dirección a la salida.

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Habían pasado 2 meses, por fin decidiste empezar ese viaje que tenías programado.

-Ah... Toca ir caminando... No creo que esté tan lejos- Dijiste mientras agarrabas tu mochila y partias hacia Sumeru.

Había pasado alrededor de una hora y media y estabas algo cansada, pero podías continuar una hora más.

-Uh...- Miraste a todos lados, estando atenta, para cualquier monstruo.

Justo, atrás tuyo un Hilichurl apareció, lo esquivaste rápidamente, era sólo uno, así que sería pan comido.

Te diste la vuelta y te elevaste gracias a tu visión anemo, dándole una estocada en su máscara, muriendo instantáneamente.

-Bueno, eres un estorbo- Dijiste mientras te sentabas en un árbol y tomaste un poco de agua y comiste una manzana, estabas algo agotada, así que decidiste dormir un rato.

pasaron diez minutos, te levantaste, pero seguías cansada así que, volviste a dormir, pero a la hora que nuevamente te levantaste, ya no había pasado ni siquiera media hora, sino 2 horas.

Te paraste y suspiraste

-Bueno, no importa, al menos ya descanse.-

Seguiste avanzando un rato más y sonreiste al ver la estatua de la arconte, sabías que ya estabas cerca.

Llegaste a tu parada, te demoraste 4 horas con 3 minutos en llegar, según tus cálculos, entonces viste el desierto, ahora caminar otro poco más.

Pasaron 2 horas, seguías en el desierto, creías que ya estabas cerca, pero sólo ibas por la mitad, suponías que eran las 9 de la noche por como estaba el cielo, así que decidiste apresurarte, el viento y la arena estaban bastante fuertes.

Estabas bastante cansada, necesitabas agua, el aire te remató, caiste al suelo rendida y te desmayaste.
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Sentiste a alguien agitarte.

Abriste los ojos y era un hombre moreno, ojos rojos y cabello albino, te miraba con indiferencia, bueno... Eras una desconocida, se supone que es normal, ¿No?

-uh...- jadeaste y él se levantó.

-Buenos dias- dijo mientras te ayudaba a levantarte.

-¿Quién eres?- preguntaste.

-Ah... Soy Cyno, el gran juez matra- Dijo él mientras te miraba.

-Tengo unas cuantas preguntas para ti.-
Dijo mirándote serio, tú solo asentiste.

-Primero... ¿Que hacías tirada en la arena?-

Tu empezaste a recordar...

-Eh... Creo que me desmaye por el cansancio y corriente de aire- dijiste secamente.

-Uhm, lo imaginaba-

-Bien, sígueme, ya no estamos tan lejos, le diré a Tighnari que te atienda.- Dijo mientras tomaba tu mano de manera brusca y en una hora ya estaban en el bosque, ahora solo faltaba adentrarse más.

The curiosity • TignnariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora