Capítulo 1

11 1 0
                                    

El Saque Perfecto

Yuki Ishiwaka saltó alto en el aire, su mano derecha extendida hacia el techo de la cancha. El balón de voley voló hacia él, y con una precisión milimétrica, lo golpeó con la punta de los dedos. El saque perfecto.

La multitud en el gimnasio estalló en aplausos mientras Yuki aterrizaba suavemente en la cancha. Su equipo, celebró con gritos y abrazos. Otro punto para ellos.

Después del partido, Yuki se dirigió al vestuario, sudoroso y exhausto, pero satisfecho. Habían ganado el campeonato regional y se clasificaban para las finales nacionales.

Mientras se cambiaba, notó una figura esperando fuera del vestuario. Una chica con el cabello castaño y ojos marrones, sosteniendo un cartel con su nombre y una sonrisa tímida.

"¡Yuki! ¡Felicidades por el partido!", dijo la chica, acercándose.

Yuki se sorprendió. No estaba acostumbrado a que las fans lo abordaran de esta manera.

"Gracias... ¿cómo te llamas?", preguntó, intrigado.

"Lea. Soy una gran admiradora tuya. Me encanta tu juego", respondió Lea, con una sonrisa radiante.

Yuki se sintió incómodo, pero agradecido. No sabía qué decir, así que simplemente sonrió y firmó el cartel que Lea le ofrecía.

"Gracias, Lea. Me alegra conocerla", dijo, antes de regresar al vestuario.

Lea se quedó allí, con la sonrisa aún en su rostro, sintiendo que algo especial acababa de suceder.

Yuki, por su parte, no podía sacudirse la sensación de que acababa de conocer a alguien especial. Alguien que vería de nuevo.

Lea se quedó mirando a Yuki mientras él desaparecía en el vestuario. No podía creer que acababa de conocer a su ídolo. Se sentía emocionada y nerviosa al mismo tiempo.

Mientras esperaba a que Yuki saliera del vestuario, Lea no podía dejar de pensar en lo guapo que era. Sus ojos oscuros, su sonrisa perfecta, su cabello negro y despeinado... Era aún más atractivo de cerca.

Finalmente, Yuki salió del vestuario, vestido con ropa casual y con una bolsa de deporte en la mano. Lea se acercó a él, nerviosa.

"Yuki, gracias por firmar mi cartel", dijo Lea, sonriendo.

Yuki sonrió de vuelta. "De nada, Lea. Me alegra haber podido hacerlo"

Lea se armó de valor y preguntó: "Yuki, ¿puedo hacerte una pregunta?"

Yuki asintió. "Claro, adelante".

Lea tomó aire y preguntó: "¿Cuál es tu secreto para ser tan bueno en el voley?"

Yuki se rió. "No hay secreto, Lea. Solo mucho trabajo y dedicación".

Lea asintió, impresionada. "Eso es increíble. Debes ser muy disciplinado".

Yuki sonrió. "Lo soy. Pero también me gusta divertirme. El voley es un juego, al fin y al cabo".

Lea sonrió de vuelta. "Me encanta esa actitud".

Yuki miró su reloj y dijo: "Lo siento, Lea, pero debo irme. Tengo una cita con mi entrenador".

Lea asintió, decepcionada. "Okay, entiendo. Gracias por hablar conmigo, Yuki".

Yuki sonrió y dijo: "El placer es mío, Lea. Tal vez nos veamos de nuevo pronto".

Lea sonrió, emocionada. "Me gustaría eso".

Yuki se despidió de Lea y se fue, dejándola con una sonrisa en el rostro y una sensación de emoción en el corazón.

Estaba emocionada por haber conocido a su ídolo, pero también sentía una sensación de vacío al verlo irse.

De repente, su teléfono sonó. Era su amiga, Sophia.

"¡Lea! ¿Cómo te fue con Yuki?", preguntó Sophia, emocionada.

Lea sonrió al recordar el encuentro. "Fue increíble. Es aún más guapo de cerca".

Sophia se rió. "¡Lo sabía! ¿Y qué te dijo?"

Lea le contó a Sophia sobre su conversación con Yuki, incluyendo su comentario sobre divertirse en el voley.

Sophia se emocionó. "¡Eso es genial! Me alegra que te haya caído bien".

Lea asintió, aunque Sophia no podía verla. "Sí, me caíó muy bien. Y creo que él también se sintió cómodo conmigo".

Sophia se rió. "¡Eso es fantástico! Tal vez puedas verlo de nuevo pronto".

Lea sonrió, sintiendo una sensación de esperanza. "Espero que sí".

Después de colgar con Sophia, Lea se dirigió a su coche, sintiendo una sensación de felicidad. No sabía qué pasaría en el futuro, pero estaba emocionada por la posibilidad de ver a Yuki de nuevo.

Mientras conducía, Lea no podía dejar de pensar en Yuki. Se preguntaba qué lo hacía tan especial, aparte de su talento en el voley. Quería saber más sobre él, sobre su personalidad, sus intereses, sus sueños...

Lea pasó los siguientes días con una mezcla de emociones. Estaba emocionada por haber conocido a Yuki.

Pasó horas revisando las redes sociales, buscando noticias sobre Yuki y el equipo. Quería saber más sobre su vida, sus intereses, sus planes.

Sophia, su amiga, la llamaba constantemente para preguntar sobre Yuki. Lea le contaba todo, desde su sonrisa perfecta hasta su forma de hablar.

Pero a medida que pasaban los días, Lea comenzó a sentirse decepcionada. No había vuelto a ver a Yuki

"¿Crees que solo fue un encuentro de suerte?", le preguntó Lea a Sophia.

Sophia se encogió de hombros. "No lo sé, Lea. Pero no te rindas. Tal vez lo puedas volver a ver pronto, no todos los días puede ver un equipode volleyball".

Lea asintió, intentando mantener la esperanza. Pero a medida que pasaban los días, comenzó a perder la fe.

Quizás solo había sido un encuentro de suerte, después de todo.

Mientras tanto, Yuki estaba sumergido en la preparación para las finales nacionales. Su equipo estaban en la cima de su juego, y él estaba determinado a llevarlos a la victoria, cómo capitán del equipo.

Pero a pesar de la presión y el estrés, Yuki no podía sacudirse la imagen de Lea de su mente. Su sonrisa, sus ojos, su forma de hablar...

¿Por qué no podía olvidarla?

Set for loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora