Set for love

Capítulo 6

La explosión

Lea se enteró de la lesión de Yuki y decidió regresar a Tokio de inmediato. Corrió al hospital, ansiosa por ver a Yuki.

Al llegar, preguntó por Yuki, pero nadie sabía dónde estaba. Frustrada, llamó a Ran.

"Ran, por favor, dime dónde está Yuki. Necesito verlo", suplicó Lea.

Ran, aún sintiendo culpa por la pelea, dudó un momento antes de responder.

"Está en su casa, Lea. Pero no sé si es buena idea que vayas. Está... diferente".

Lea no se detuvo. Corrió a la casa de Yuki, ansiosa por verlo.

Al llegar, encontró a Yuki sentado en el sofá, con el tobillo vendado. Se veía triste y frustrado.

"Yuki, lo siento mucho", dijo Lea, abrazándolo.

Yuki la miró, sorprendido. "Lea, ¿qué haces aquí?"

Lea se sentó a su lado. "Regresé a Tokio en cuanto supe de tu lesión. ¿Cómo te sientes?"

Yuki suspiró. "Frustrado. Me siento inútil".

Lea tomó su mano. "No eres inútil, Yuki. Eres fuerte y valiente".

Yuki miró a Lea, sintiendo una oleada de emociones.

Yuki, con un tono amargo, le dijo a Lea: "Vete, Lea. Has hecho suficiente daño. Solo vienes a ocultar tus propias heridas, pero no te importa las mías".

Lea se sorprendió, pero no se levantó. "No me iré, Yuki. Quiero ayudarte".

Yuki se rió con amargura. "Ayudarme? ¡Tú me has lastimado más que nadie! Con tu juego de amor, me has destrozado el corazón".

Lea se defendió. "No es cierto, Yuki. Te amo, pero también amo a Ran".

Yuki se enfureció. "¡No me importa! ¡No quieres a nadie más que a ti misma! ¡Vete, Lea, antes de que te haga daño!"

Lea se negó a irse, y la discusión escaló. Los dos se gritaron, revelando todos los sentimientos reprimidos.

"¡Eres un egoísta!", gritó Lea.

"¡Y tú eres una manipuladora!", respondió Yuki.

Después de que Yuki le gritara "manipuladora", Lea, con lágrimas de rabia en los ojos, le devolvió el insulto con un golpe en la cara.

Yuki, sorprendido, retrocedió un paso, sosteniéndose la mejilla. La mirada de Lea era de furia y dolor.

"¿Cómo te atreves?", le espetó Lea, su voz temblando. "Me utilizas, me manipulas y ahora me insultas".

Yuki, aún aturdido, intentó disculparse, pero Lea no lo dejó.

"¡No! ¡No quiero escucharte!", gritó, dando un paso atrás. "Me voy, y no volveré".

Yuki, la detuvo antes de que saliera de la habitación. La tomó de la muñeca y la hizo girar hacia él.

Lea, con lágrimas en los ojos, lo miró con furia y dolor. "¡Suéltame, Yuki!", gritó.

Pero Yuki no la soltó. En lugar de eso, la acercó a él y la besó. Un beso apasionado y desesperado, lleno de emociones contradictorias.

Lea, inicialmente resistente, pronto se rindió al beso. La furia y el dolor se disiparon, reemplazados por una sensación de intensidad y conexión.

El beso duró un momento eterno, hasta que finalmente Yuki la soltó. Lea se tambaleó, confundida y sin aliento.

Yuki la miró, con los ojos llenos de pasión y arrepentimiento. "Lo siento, Lea", susurró. "No puedo perderte".

Lea lo miró, aún confundida, pero con un destello de esperanza en sus ojos.

Yuki se acercó más, su rostro cerca del de Lea. "Porque no puedo perderme la oportunidad de estar contigo", respondió, su voz llena de emoción. "Porque te
Quiero, Lea".

Lea se sorprendió. Nadie le había dicho esas palabras antes. Se sintió abrumada por una mezcla de emociones.

"Yuki, no sé qué decir", balbuceó.

Yuki sonrió, su rostro iluminado por la esperanza. "No necesitas decir nada, Lea. Solo necesito que me des una oportunidad".

Lea lo miró, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que debía tomar una decisión.

De repente, la puerta se abrió y Ran entró en la habitación. "Lea, ¿estás bien?", preguntó, preocupado.

Lea se sintió atrapada. ¿Qué debía hacer? ¿Elegir a Yuki o a Ran?