1. El comienzo

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Juanjo no puede evitar despertarse pronto, por mucho que viva cerca de su instituto y conozca a los alumnos, le asusta el cambio a un curso más complicado y no tener a sus amigos con él.

Nunca se le han dado bien los cambios. Él residía en Magallón, un pequeño pueblo cercano a Zaragoza, pero cuando tenía cinco años, se vio obligado a trasladarse a Lekeitio debido a una crisis económica que experimentaron sus padres, donde sus tíos tenían una casa que no usaban.

No recuerda mucho como lo vivió, pero sus padres siempre le explican que al principio le costó adaptarse, pero las cosas empezaron a cambiar al conocer a Martin. Cuando un día se encontró a un chico de pelo despeinado y cejas frondosas sentado a su lado. El chico le saludó tímidamente y Juanjo, sin saber muy bien por qué, sintió la confianza de devolverle el saludo cuando normalmente no lo hubiese hecho.

Juanjo estaba frente la puerta del instituto centrado en sus pensamientos, mirando con cierto miedo el recinto, pero de repente escucha un grito a escasos centímetros de él haciendo que de un salto.

"Juanjo" grita la pelirroja a la vez que le da un pequeño empujón.

"Joder, Ruslana" responde él con el susto aún en la garganta. Ruslana se ríe y le abraza. Aun abrazados, la pelirroja separa la cabeza para decirle algo.

"¿Cuánto tardarán en llegar Martin y Kiki?"

"Martin me ha dicho que llegarán en cinco minutos" responde el chico aun con la voz un poco temblorosa.

Pasan unos minutos cuando Rus y Juanjo miran a la derecha, ven como un chico con el pelo negro y bigote y una chica un poco más baja con el pelo negro también, pero más largo, vienen andando hacia ellos con una sonrisa cada uno.

Martin y Chiara cuando ven a los otros dos empiezan a correr hacia ellos y se dan un abrazo grupal. Nada más separarse, Martin nota algo en Juanjo, pero prefiere no decir nada. Martin siempre ha sido un chico muy amable y algo tímido, pero no fue hasta hace unos meses que empezó a desarrollar una mirada más introspectiva, y como consecuencia viendo sobre todo cosas en Juanjo que antes no era capaz de ver o de identificar.

A pesar de que Juanjo estuviese en sus propios pensamientos, se dio cuenta del nuevo peinado de Martin. Que realmente era el mismo que antes, solo que no tan desordenado y un poco más corto.

"Te queda muy bien el corte de pelo" le dice a Martin mientras toca con la punta de las yemas el flequillo del otro. Martin no responde verbalmente, pero le devuelve una sonrisa devolviéndole el más alto otra sonrisa.

Acto seguido, entran al instituto y esperan frente al gimnasio, el cual a la vez es como un pequeño teatro porque se usa para presentaciones, charlas y en ocasiones es usado por los alumnos de música.

Cuando por fin abren las puertas, los cuatro entran y se sientan junto al resto de alumnos. Todos se sienten bastante tranquilos, excepto Juanjo. Todos sus amigos harán el bachillerato humanístico menos él, que hará el social.

Mientras esperan a que llegue la directora, Juanjo cada vez se siente más nervioso solo de pensar que al día siguiente se deberá de enfrentar a ir a una clase sin sus amigos. Esto Martin lo nota haciendo que extienda su mano y le acaricie la espalda. Juanjo pone su mirada en Martin y le da una leve sonrisa de agradecimiento.

Ya por fin entra la directora y sube al escenario. Y por orden alfabético empezaría a nombrar las clases y sus respectivos alumnos. Pero hay algo que desconcierta a los cuatro.

Entre letras y canciones // Juanjo y MartinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora