𝐨𝐨𝐨. lucerys

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♡︎. MELODY colocó el paño húmedo en la frente del muchacho, esperando que la fiebre bajará, dos días habían pasado y el joven de rizos castaños no despertaba, pero lo peor no era eso, si no la terrible fiebre que lo golpeaba desde la noche anterior. Sus ojos azules se posaban en el joven y en cuenco con agua.

Estaba sola, sus padres habían salido por su trabajo nuevamente, cosa que la angustiaba, últimamente los animales murmuraban sobre una guerra, una guerra entre familia.

Aquello le causaba escalofríos, quién se atrevía a declarar la guerra a su propia sangré debía ser una mala persona, ser un mata sangre la rubia sacudió su cabeza ante aquel pensamiento, ella no tenía hermanos solo a sus padres, ellos eran su única familia, lo único que necesitaba.

── ¿Sabes? Cuando era niña una vez la señora conejo me contó que un cazador mato a sus crías ── Melody relato al desconocido, no sabía si la escuchaba pero esperaba que si lo hiciera ── Que no debía estar sola en el bosque, por qué las personas son malas y yo le dije que ella solamente había tenido mala suerte... después la encontré con una flecha en el pecho ── la rubia hizo una mueca recordando aquel suceso de su infancia.

Cuando había encontrado a la señora coneja sin vida y con una flecha en el pecho se había asustado tanto que sus gritos se escucharon probablemente hasta la capital, después había llorado como si no hubiera un mañana realmente le había dolido después de todo la señora coneja era amiga suya, pero cuando cayó en cuenta que ya estaba con sus crías se alegro un poco.

── Mamá dice que los animales no hablan ── siguió hablando y comenzando a divagar ── Pero yo los escucho, los entiendo ellos son mis amigos y protectores ── tal vez si Melody no hubiera estado hablando tanto para si misma como tenía de costumbre se hubiera dado cuenta de que su paciente comenzaba a despertar ── Ellos son buenos, no entiendo a la personas que los matan.

── ¿Quién eres? ── Melody volteo asustada para luego caer de la silla causando la mirada consternada del desconocido y por consiguiente su risa.

── Estás despierto ── los ojos azules de Melody se encontraron con unos aceitunados que la miraban con curiosidad ── Oh, soy Melody ── la rubia hizo una pequeña reverencia, su madre solía decir que ser educada abría puertas.

No sabía que puertas abriría haciendo reverencias, según ella las puertas de abrían con llaves y girando los pomos de esta.

── Un gusto Melody ── el chico sonrió con confusión, no conocía a la chica pero supuso que sería alguien cercano a él ── ¿Podrías decirme dónde estamos? ── pregunto nervioso.

── Oh, estás en mi casa ── Melody solía cuestionarse por qué sus padres no la dejaban salir del bosque pero la respuesta se respondía sola, en especial cuando solía tomarse demasiadas confianzas siempre ── Te caíste del cielo en dirección al río ── explico.

── ¿Caí del cielo? ── ladeó la cabeza con confusión.

── ¿No lo recuerdas? ── la preocupación en el rostro de la mente era palpable ── Eso no es bueno ── Oh claro que no lo era, ella solo era una niña de trece días del nombre próximamente catorce ── ¿Qué más no recuerdas? ── Melody se acercó a la cama tomando las manos del joven frente a ella.

── Creo que todo, supuse que tú podrías darme respuestas ── Lucerys Velaryon miro como el rostro de la hermosa chica frente a él palidecía de manera muy rápida.

── Pues estás muy equivocado ── un gran defecto de Melody era su sinceridad ── No te conozco, solo se que caíste del cielo ── los ojos oliva del castaño se despegaron de la chica y viajaron por la habitación.

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⏰ Última actualización: Aug 23 ⏰

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