26 de Mayo, 1958

236 21 0
                                    

Querido diario,

¿Quién soy? ¿Qué soy?

¿Soy Marta? ¿Soy una De la Reina?

¿Soy la jefa? ¿O soy la ex-amante?

¿Quién es Marta? ¿Dónde empiezo yo y termina mi apellido?

Una De la Reina no se rompe. Una De la Reina es ejemplar. La buena hija. La buena esposa. Una mujer de hielo imperturbable e inmutable ante las adversidades. Porque lo tiene todo. Una buena posición. Un marido. Una familia. ¿Qué más quiere?

Una De la Reina no puede querer. Es Marta la que quiere. 

Marta quiere sentir. Quiere querer. Quiere vivir. 

Pero Marta vive atrapada en una jaula de oro donde no puede sentir, querer, ni vivir... Una jaula donde lo que quiere es huir. 

Confórmate. Como lo has hecho hasta ahora. Es lo que me repito una y otra vez. Aprendiendo, nuevamente, a encontrar la felicidad en la resignación. Pero, ¿cómo hacerlo cuando has experimentado, por primera vez, lo que es sentir, querer y vivir?

Llevo conteniendo mis emociones desde niña. Como una buena De la Reina. 

Pero algo ha cambiado. 

Ahora esa mujer de hielo se quiebra y se deshace en un mar de lágrimas. 

"Más de lo normal", dice Jaime. ¿Qué sabrá él lo que es normal? Si solo ve lo que necesita y solo cree lo que le interesa.

Se lo ha perdido todo. 

Mis preocupaciones. Mis ilusiones. Mi ascenso en la empresa. Mi miedo. Mi fracaso. Mi risa. Mi llanto. 

Y ahora quiere todo. Como si nada hubiera pasado. 

Y todo ha pasado. Ella ha pasado. 

Mi vida no es la misma después de ella. Sin ella.

Lo único que queda es una mujer condenada a guardar las apariencias. Guardando cada promesa y cada momento. 

Siendo sincera... Siempre encontré exagerados aquellos párrafos sobre el desamor que leía en las novelas rosas. Quizás por eso dejé de leerlas pronto. Porque pensaba que nadie en su sano juicio podría sentir algo así.

Ahora soy yo la protagonista de una de esas historias. Sintiendo que voy perdiendo la vida a medida que se aleja de mí.

Hemos quedado en pasar página, pero yo ni siquiera me siento capaz de terminar de escribir esta.




El Diario de Marta De la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora