Renacer como Personaje Secundario en el Mundo de las Bestias

Capítulo 40

Como una desquiciada, sonreí y lloré al mismo tiempo mientras veía cómo el árbol estallaba en llamas. Winston estaba arrodillado delante de mí intentando llamar mi atención. Shuu había corrido a buscar ayuda y pronto llegarían todos los ocupantes del castillo. Pero no presté atención a nada de eso.

Aunque este tipo de árbol ya casi se había extinguido en mi vida pasada, seguía causando estragos en esta. En la mía. ¿La razón por la que mi mate y yo no nos habíamos enfermado era que vivíamos en las afueras, cuesta arriba? ¿O simplemente teníamos una mejor resistencia natural a ella? ¿Y Kit? Parecía sano, pero ¿podría afectarle algo del veneno en el futuro? Tenía la impresión de que tendría que quemar cada uno de esos árboles antes de sentirme satisfecha.

"¡Qué has hecho!" El grito angustiado del Rey Simio me devolvió al presente. "¡Captúrenlos!" Los veinte lobos que el fuego había atraído se movieron para cumplir su orden, pero Winston se movió bruscamente y gruñó, colocándose frente a mí. Su presión de bestia tetra marcada era demasiado para cualquiera de ellos. Todos acabaron boca abajo con las orejas echadas hacia atrás en señal de sumisión.

Incliné la cabeza torpemente para mirar al Rey Simio con las lágrimas y el hollín mezclándose en mi cara. "Ohhhh estoy taaaan contenta de que estés aquí." Dije con fingida felicidad. "¿Puedes creerlo? Tenías una cosa tan horrible, creciendo justo aquí, en tu jardín."

El Rey Simio parecía nervioso de que pudiera saber qué clase de árbol era. "¿Qué quieres decir?" Miró a su alrededor en busca del Rey Lobo, que también llegaría pronto.

Señalé hacia arriba. "¡Este árbol es venenoso!" Grité para que todos pudieran oírme. "¡Un toque de la savia en una herida abierta puede matar a una bestia en minutos! Estoy salvando sus vidas quemándolo. Si no me creen, pregúntenle a mi aldea." Puse una máscara de confusión. "Oh, espera. No pueden. Porque todos están muertos."

Winston me miró entonces. Incluso en su forma de tigre, la expresión de horror era clara. La de Shuu y la de algunos de los otros lobos reflejaba la expresión.

El Rey Simio parecía constipado. Sudaba profusamente, y su rostro estaba profundamente arrugado por la ansiedad.

Sabía que si negaba mis palabras, las palabras de la mate de un popular curandero, y alguien más tarde descubría que eran ciertas, su reinado podría durar poco. "S-s-si lo que dices es verdad, entonces..." Se mordió el labio.

Yo terminé por él. "Entonces debería ser recompensada por mi valentía... A menos que creas que estoy mintiendo. ¿Quieres retenerme en tu calabozo hasta que se lleve a cabo una investigación?" Pregunté con evidente sarcasmo.

A Winston no le gustó esa idea. La presión bestial aumentó e incluso el Rey Simio cayó de rodillas. El Rey Lobo finalmente hizo su aparición, entrando por el arco abierto. Pero las cosas habían avanzado demasiado e incluso él lucharía contra un Winston enfurecido.

El Rey Simio miró fijamente al Rey Lobo antes de volverse hacia mí. "N-no. No. Te creo. Debemos seguir investigando, pero no te retendremos aquí. Cuando tus palabras hayan sido probadas, serás recompensada."

Aplaudí con fingida admiración: "Eres un verdadero líder, Rey Simio. Siempre antepones la seguridad de tus ciudadanos. Las cosas que nos ponen en peligro siempre las resuelves con rapidez. Me alegro de haber podido ayudar a una bestia tan grande." Puse tanta sinceridad como pude reunir en esas palabras. Era una amenaza velada de que si no estaba a la altura de las expectativas, podía esperar que le ocurriera lo mismo que al árbol.

"Por favor, asegúrate de que todo se convierta en cenizas. No quiero que nadie muera por los trozos que queden." Le dije seriamente a Shuu antes de montar en Winston. "Ahora me voy a casa. Ya sabes dónde encontrarme si me necesitas." Mantuve la barbilla alta a pesar de parecer un dios de la venganza con la llamarada perfilando mi figura. TODOS me abrieron paso y Winston me acompañó lentamente a través del frío de vuelta a casa. Ambos perdidos en nuestros pensamientos.

Cuando llegamos a casa, tanto Harvey como Lance se sorprendieron de mi aspecto. La reacción inmediata de Lance fue envolver a Winston en un asfixiante apretón. "¿Qué demonios ha pasado?", Gruñó.

Me sentí muerta por dentro y volví mis ojos desalmados hacia él. "Bájalo." Lance ni siquiera dudó. Sabía que no iba a aguantar ninguna mierda.

"Voy a acostarme. Winston. Diles por favor. Kit ven aquí cachorro. Mamá te necesita" Cargue a Kit en brazos y me fui al dormitorio.

Durante la siguiente hora, mientras Winston transmitía la información a Lance y Harvey, le conté a Kit historias sobre su padre y nuestros padres. Lo sostuve mirando hacia otro lado para que no se notaran mis lágrimas silenciosas. Necesitaba hablar de Ryan y de mi aldea. Necesitaba llorarlos. Pero sin echarle encima el peso añadido de mi tristeza.

En algún momento Winston entró para llevarse a Kit, que se había quedado dormido. Harvey y Lance entraron con agua caliente y me limpiaron el hollín de la piel. Nadie dijo nada durante un buen rato. Cuando estuve limpia, me tumbé de espaldas a mi leopardo y con la frente acunada en los fuertes brazos de Lance. El calor de Harvey y el frescor de Lance me mantenían en el presente y me sacaban poco a poco del dolor.

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Reclutamiento:

Los puestos son pagados.

Traductor: Traducir Inglés, Portugués, Coreano, Japonés, Chino y Francés. A Español.

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