Los débiles y patéticos aullidos de una pequeña criatura lo despertaron de su somnolencia. Acababa de consumir una bestia flotante entera y ahora estaba tumbado en el fondo del lago, haciendo la digestión. El sonido era persistente y le impedía volver a dormirse. Decidió ir a silenciar a la criatura y nadó hacia el sonido, pero lo que vio le confundió por completo.
Flotando en medio de su lago, una hembra, con el pelo del color del fuego, se aferraba inconscientemente a un tronco. Y dentro del tronco, un pequeño cachorro de zorro aullaba ansiosamente, intentando despertarla. El olor a sangre le llegó con la brisa y pudo ver el lado derecho de su cara cubierto de sangre.
Se acercó nadando. Sus escamas se deslizaban suavemente por el agua, sin crear ondas. La hembra empezaba a resbalar del tronco, así que él la rodeó por el centro, manteniéndola en su lugar. El cachorro aún no se había dado cuenta de su presencia. Seguía alternando entre aullidos y lamiendo las heridas de la hembra.
Sacó la cabeza del agua y el cachorro se estremeció de frío y miedo al verlo. Pero en lugar de acobardarse, el pequeño valiente se puso entre él y su madre, tanto como le permitía el espacio del tronco. El pequeño zorro le ladró y aulló con toda la agresividad de que fue capaz.
Sonrió divertido. "Tranquilo, cachorro. No voy a hacerte daño. Ya estoy lleno. ¿Es tu madre?"
*Yip*
"Mm." Tarareó, intrigado. "Ella es única. No te deja ir aunque esté inconsciente".
*Lloriqueo*
"Está bien. Todavía respira. Súbete. Vamos a llevarte a la orilla."
*Yip*
"¿No confías en mí? Bueno, eso es inteligente de tu parte, pero ¿qué más vas a hacer? ¿Quedarte aquí hasta que se resbale y se ahogue?" No le dijo al cachorro que ya estaba impidiendo que la hembra de hacer precisamente eso.
*Lloriqueo*
"Date prisa. Yo tengo todo el día, pero tú no"
El cachorro, comprendiendo que no tenía otra opción, caminó hasta el borde del tronco y extendió una pata. El macho levantó su cuerpo del agua lo suficiente para que el cachorro pudiera subirse justo detrás de su cabeza. Todavía envuelto alrededor de la cintura de la hembra y asegurándose de que su cabeza se mantuviera por encima del agua, nadó con los dos hasta la orilla.
Una vez en la orilla del lago, se movió y levantó a la hembra. Dejó que el cachorro saltara sobre ella mientras los llevaba un tramo. Una vez en la base de un gran árbol, donde el suelo estaba seco y libre de rocas afiladas, la dejó en el suelo. Se levantó y empezó a caminar.
*Gruu?*
"¿Qué? Tengo que encender un fuego, ¿no? No querrás que se muera de frío, ¿verdad? Solo espera allí y trata de mantenerla caliente".
*Quejido*
El cachorro de zorro hizo lo que le decían y se acurrucó al lado de su madre.
La serpiente reunió un puñado de palos y ramas secas y, utilizando el método de la fricción, encendió un fuego. Luego se acercó a la hembra y comenzó a desvestirla.
*¡YIP!*
"La ropa está mojada. Impedirán que se caliente. ¿Puedo continuar ahora o vas a interrumpir todo lo que haga?".
El cachorro agachó las orejas y la cola y volvió a observar en silencio.
"Buen gatito. Eres muy listo para tu edad, ¿verdad?". La serpiente sonrió apreciativamente. "Gracias a ti, tu madre probablemente sobrevivirá. Deberías sentirte orgulloso". Las orejas del cachorro se levantaron un poco ante eso.
Una vez que la hembra estuvo calentándose cómodamente junto al fuego, la serpiente inspeccionó la herida de su cabeza. No era grave. Tenía dos cortes superficiales y largos. Uno iba desde la línea del cabello hasta la ceja derecha y el otro desde la sien derecha hasta la mitad de la mejilla. No necesitarían ningún tratamiento, salvo quizá un ungüento para detener la hemorragia.
No sabía cómo hacerlo, así que se conformó con limpiar las heridas con agua limpia y dejar que se secaran. Había notado las marcas de su mate y sabía que, si esperaba lo suficiente, aparecerían para llevársela.
Dirigió su atención al cachorro. Su pelaje se estaba secando gracias al fuego, pero parecía agotado. Pensando que al menos debería alimentar al valiente zorro, movió parcialmente su cola y se deslizó hacia el árbol. Encontró un par de huevos y los bajó.
"Come y luego duerme. Sus mates llegarán pronto". Puso los huevos frente al cachorro.
*Lloriqueo*
"Tranquilo. No iré a ninguna parte". Para demostrarle al zorro que sus palabras eran ciertas, enroscó la cola bajo la cabeza de la hembra a modo de almohada y se apoyó perezosamente en el tronco del árbol, cerrando los ojos como si fuera a echarse una siesta. El sonido de las cáscaras de huevo rompiéndose y de una pequeña lengua lamiendo llegó a sus oídos.
La serpiente, satisfecho, se sumió en sus propios pensamientos.
Había vivido mucho tiempo, pero nunca había conocido a una hembra que arriesgara su vida por su cachorro. ¿La vida de su mate? Seguro. Pero no la suya. Basándose en cómo los había encontrado, debieron haber sido arrastrados por la corriente de un río y llevados río abajo. La cascada debería haberlos aplastado y ahogado, pero habían sobrevivido milagrosamente. A pesar de todo, se había aferrado al tronco y a su cachorro. Era una hazaña que él habría creído imposible si no lo hubiera visto por sí mismo.
Estaba intrigado y esperaba que la hembra despertara antes de que llegaran sus mates. Quería hablar con ella. Aunque solo fuera un rato.
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Traductor: Traducir Inglés, Portugués, Coreano, Japonés, Chino y Francés. A Español.
Proofreader: Los encargados en revisar y corregir la traducción. (Grammar, signos de puntuación, etc.)
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Renacer como Personaje Secundario en el Mundo de las Bestias
Hayran Kurgu¿Recuerdas a la chica que Winston rescató y que lo humilló delante de toda la Ciudad de las Bestias al rechazarlo? Sí. Esa soy yo. Renacida como personaje secundario de su novela favorita, Bailey utiliza los recuerdos de su vida pasada para reescrib...