Step five; Touches.

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Para el día cinco, JungKook ya no aguantaba la tensión sexual que JiMin estaba construyendo con sus pasos tan elaborados.

Todo era besos, caricias y roces malnacidos. ¡Jeon estaba cansado de esos juegos sucios!  Él quería acción, necesitaba acción, para eso había contratado (aceptado) los servicios de JiMin en primer lugar. ¿Qué clase de trabajador sexual era JiMin si no podía darle lo que él tanto quería?

Él se haría respetar como el maknae que era, sí señor.

Con esa mentalidad se levantó de su cama y se dirigió a paso raudo y veloz a la habitación de los hyungs. Se cercioró de ver a NamJoon en la cocina antes de tocar la puerta una vez y pasar al escuchar la voz particular del mayor.

El peligris tenía su cabello en una coleta alta, usaba un típico suéter de cuello tortuga y se perdía en el universo de su playlist con los airpods puestos en cada oreja. Movía su pie sobre la cama al ritmo de la música, cantando en voz baja la melodía 'Eyes, nose, lips' de TaeYang.

JungKook se quedó un instante de pie, craneando sus ideas antes de decir o hacer alguna tontería. Quizás debió pensar mejor qué sería lo que le diría al llegar a su habitación.

Lástima que su paciencia es nula.

Se dejó caer en la cama de Park y pronto se posicionó sentado frente a él, quitándole un audífono para luego lanzarlo a la cama de NamJoon.

—¡Jeon JungKook!

—¡Park JiMin!

La sonrisa traviesa en el rostro del castaño nunca cambiaría. No sabía si sentirse aliviado o preocupado por esa cuestión en particular. Cómo lo odiaba a veces.

—JiMin, necesito que avancemos un paso más adelante.

JiMin enarcó una ceja al sentir tanta determinación en sus palabras. ¿JungKook se había convencido de que no era nada homosexual las cosas que entre ellos dos sucedían con frecuencia? ¿O acaso estaba aceptando la atracción que sentía claramente por Park?

Preferiría no hacerle preguntas o perdería la oportunidad de su vida.

Luego hablaremos de ello.

—En ese caso, partiremos por lo más simple.

JiMin se sentó contra el respaldo de la cama y separó sus piernas. Invitó a Jeon a sentarse en medio para poder rodear su cintura con ambos brazos.

Reposó su mentón entre el hombro y el cuello de Koo, deshaciéndose del cinturón del menor.

—Vas a cerrar tus ojos y te dedicarás a sentir mis manos sobre tu cuerpo.

JungKook quiso reírse de lo gracioso que sonaba JiMin intentando ser atractivo. Su sonrisa desfalleció cuando sintió las manos de JiMin trazando desde el contorno de su cadera al borde de sus bóxers negros.

—Puedes mirar solo si crees que no acabarás apenas veas tu pene envuelto en mis manos.

JiMin besó la marca que había depositado el día anterior en el cuello de Jeon. Su experta diestra bajó hasta apretar con sumo cuidado el bulto de JungKook.

Un tierno sollozo se escapó de sus labios. Un tierno sollozo que martillaba fuerte la cordura del peligris.

—JiMinie… Joonie podría…

JiMin le apretó con más fuerza, dibujando con sus dedos el contorno definido del miembro de Koo. Emitió un casto gruñido en su oído. Un gruñido sensual que descolocó completamente a JungKook.

—Tus ojos en mí, preciosura. NamJoon podrá irse bien a la mierda si decide interrumpirnos.

Masajeó el glande por sobre la tela oscura, sintiendo plenamente las caderas de Koo buscando más y más contacto.

Un vaivén pautado definía el movimiento oscilante de la mano de JiMin sobre el miembro de Ggukie. Su izquierda subió hasta el pecho del menor. En ello, JungKook pareció sentir un fuerte rechazo al leve contacto de los dedos del más bajo con su pecho.

—Bromeas, no soy una chica.

—Sh, silencio, prejuicioso.

JiMin sostuvo a Koo como a una presa, besando la zona posterior de su cuello, mientras entre índice y medio apretaba uno de los pezones del chico más alto.

Otro dulce gemido escapó de su boca, y tanto JiMin como JungKook descubrieron lo sensible que podían ser sus tetillas.

—Nada mal para no ser una chica, ¿Hm?

Coqueteó, buscando los labios de Jeon para recibir sus jadeos y sollozos dentro de su boca. Podía observar el vientre y pecho de Koo subiendo y bajando debido a sus rápidas respiraciones. Su pezón se enrojecía y los labios del castaño no cesaban la voz.

JiMin apretó las caderas de su víctima hacia su propia erección, frotándose con mucho cuidado de no distraer el estímulo principal con otros distintos.

—Quiero probar tu cuerpo entero, pequeño bromista. Quiero cogerte hasta que YoonGi y Jin aprendan a llamarme muy bien por mi nombre.

JiMin jamás rozó su piel directamente, y JungKook quiso morirse cuando después de unas cuantas caricias más, se corrió ensuciando su ropa interior.

Triste para el conejito, ni pasado cinco minutos desde su eyaculación, NamJoon entró a la habitación, encontrándose con la escena de Ggukie abrazado al cuello de JiMin, dándole la espalda, aparentemente dormido.

—¿Él está bien?

JiMin lo sostuvo por el trasero, obligándolo a cruzar sus piernas tras su espalda para llevarlo en esa posición hasta el baño del primer piso.

—Se quedó dormido mientras intentaba molestarme. Conoces a Ggukie.

NamJoon, inocente como él solo, no puso en dudas las palabras de su menor. Sonrió y le dio su aprobación, enarcando una ceja al ver los airpods de JiMin sobre su propia cama. Quiso preguntar, pero Park ya había salido de la habitación.

No tenía que preocuparse, ¿verdad?

Después de todo, ¿quién podría tener el descaro de intentar algo con el conejito adorable de BTS?

ff!  𝗟𝗜𝗠𝗘𝗥𝗘𝗡𝗖𝗘  ☆  jikooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora