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Regresan a casa muy contentos, aunque uno no lo demuestra tanto, están realmente emocionados.

Compran la cena, están demasiado agotados para cocinar y alistan sus cosas para ir al trabajo el día siguiente antes de irse a dormir juntos.

Luffy se acurruca en el pecho de Law, Bepo celoso intenta ponerse en medio, el mayor lo acaricia con suavidad ganando un ronroneo como premio.

Luffy cierra sus ojos sintiéndose finalmente en paz, relajado, amado.

Despertar en brazos del tatuado no fue nada nuevo, pero percatarse de que ahora eran definitivamente más que amigos con derechos y podía llamar a Law su novio, le hizo creer que la situación era surreal.

Depositó un beso en los labios del hombre y se levantó a preparar el desayuno.

Se siente extremadamente afortunado por tenerlo a su lado. Torao no solo es guapo, audaz y brillante en todos los aspectos, sino que le da algo de lo que nunca se creyó merecedor: Exclusividad.

Una relación en la que no se sienta minimizado por la competencia que podría haber, pues aunque el pelinegro tenía a muchas personas tras él, este nunca les dio alas para hacerles creer que tenían una oportunidad.

Es una relación en la que no se sentiría como en un campo minado, podría equivocarse sin miedo a un castigo, regaño o ley del hielo.

Una que no tendrían que esconder, pues todos esperaban con ansias a que empezaran a salir, de hecho moría por contarle la noticia a sus padres, y amigos.

Suspira sirviendo los jugos, honestamente, no sabe porqué se demoraron tanto en iniciar algo si la química, sentimientos y compatibilidad entre ambos eran evidentes.

Ah, sí, estaba esperando a Zoro.

Mierda, Zoro. Se había olvidado de él por completo.

Debe decirle que las cosas entre ellos ahora sí que habían acabado, que estaba con Law y no tiene sentido alguno seguir viéndose.

—Dime que no le pusiste mermelada a las tostadas— Gruñe Law ingresando a la cocina ya bañado y vestido con pantalones casuales y una camisa simple, se acerca a la isla donde el menor está trabajando y le da un beso en la mejilla.

Eso es algo que le encanta a Luffy.

Desde que eran niños hasta ahora,
Law era gruñón, explosivo y mandón con todos, pero a él siempre lo ha tratado diferente.

♡ 𝖢𝖺𝗌𝗂 𝖺𝗅𝗀𝗈

—Oye, Law, ¡Qué delicioso se ve eso! ¡Comparte!— Dice el pequeño gordinflón que ya había comido un poco de la lonchera de todos sus demás compañeros.

—No, mi mamá lo hizo para mí, ¿No tienes madre acaso? Pues no me importa, es mi almuerzo— Law, con seis años, esconde su loncherita en sus brazos.

—Olvídalo, Trafalgar es muy celoso con sus cosas, no comparte con nadie— Lo consuela otro niño sobando la espalda de su regordete amigo.

—Sí, a menos que seas Luffy-chan, a él sí que le da todo, ¿Verdad... Torao?— Una pequeña se burla del pelinegro.

Law enrojece y tira del pelo de la niña, quien lejos de llorar o quejarse, se ríe más, masoquista.

—¡Luffy-chan, ayudaaa! ¡Solo a ti te obedece!

El de ojos grandes, que comía su almuerzo en otra mesa junto a otros niños, se acerca al ser nombrado.

—Torao, déjala, ¡No se debe usar la violencia con los compañeros!

𝖢𝖺𝗌𝗂 𝖺𝗅𝗀𝗈 | 𝖫𝖺𝗐𝗅𝗎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora