UN PEQUEÑO CUENTO DE UN PEQUEÑO GATO 🐈🐱

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-¡Miauuu!-
Gritó un pequeño felino recién nacido.
En una pequeña canasta se encontraba con su madre.
Amasaba su pancita con sus pequeñas patas
Y era la cosa más linda del mundo.

Un día él, su madre y sus hermanitos fueron rescatados.
Fueron a ese refugio, nada fuera de lo común para un animalito callejero.
Los pequeños fueron adoptados uno a uno.
Hasta que llegó el turno del más pequeño y dulce.

Su dueño Carlos era un hombre de mediana edad.
Clase media, trabajo en oficina, soltero, nada fuera de línea.
Pero su gatito era su bebé, su vida.
Cuando lo adoptó sintió que ese ángel lo cuidaba con sus pequeños ojos, orejitas, colita...

Chocolate le pusieron, por el color del cacao
Era una bolita de pelos dulce como un bombón.
Carlos amaba a Chocolate a tal punto que lo atendía como a un hijo, le tomaba fotografías y jugaba todos los días con su pequeño.

Pero no todo dura para siempre.
Chocolate era pequeño cuando todo sucedió.

El pequeño gato caminaba cruzando la calle
Su dueño lo vio, pensó que estaba jugando
Lo que no sabía era que el pequeño se estaba arriesgando
Porque la sombra de la muerte lo acechaba

El gatito vio a la muerte a los ojos y le dijo
"Vete de aquí, mi dueño no te pertenece
Toma mi vida en su lugar, por favor, no te lo lleves aún..."

La muerte le dijo:
-Carlos tendrá un infarto hoy, tengo que llevármelo-
Chocolate negoció con la parca hasta que llegaron a un acuerdo.
Chocolate perdería la vida a cambio de salvar a Carlos.
El carro simplemente pasó.

Su dueño lloró, lloró...
Pero el alma del peludito lo saludó y se despidió.
"Adiós humano mío, espero que encuentres un compañero de vida con más suerte que la mía y que te proteja igual que yo."

Chocolate protegió con su vida a su dueño, con solo 10 meses de edad dejó el cruel mundo humano para fusionarse con el universo.
Todos tuvimos a un Chocolate en nuestras vidas...

Ahora Carlos cuida a otros dos gatos rescatados, los cuales les da el amor que no le alcanzó a dar al pequeño Chocolate.
Carlos es feliz, y cuida a sus animales porque forman parte de su familia.

FIN
Cuento dedicado a mi dulce Tigger, y a todas las mascotas que cruzaron el arcoiris. QEPD

POESÍA Y CUENTOS PARA GENTE ROTA (O QUIZÁS NO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora