Deseo || Soukoku

¿Él...?

Una hermosa melodía suena en todo el lugar...

— ¡Felicidades!

El grito suena en todos los extremos del gran salón. Celebran el compromiso entre dos personas que se aman...

— Espero sean muy felices.

Todos los invitados se acercan a los novios deseándoles un matrimonio feliz y duradero...

Una bella mujer de cabellos azabaches se acerca a los novios.

— Felicidades chicos. — sonríe y dirige su mirada a uno de los novios. — Te robaré un momento a Atsushi, Dazai. — guiña un ojo y se lleva con ella al albino.

— ¿Sucede algo Yosano-san?

Al terminar de formular su pregunta siente los brazos de la mujer atrapandolo en un abrazo. Corresponde con una sonrisa.

— ¿Estás seguro de querer hacer esto?

Esa pregunta le borra la sonrisa... ¿Por qué...? ¿Por qué ahora...?

— Yosa-Yosano-san... — se aferras más a la vestimenta de la mujer y hunde su rostro en esta.

— Aún puedes detener esta locura, Atsushi... No lo hagas...

— Yo... Estoy seguro de querer hacerlo, Dazai-san ha hecho mucho por mi, me propuso matrimonio y yo acepté. Lo que pasó con... Él... No intervendrá en la felicidad de Dazai-san, se que lo llegaré a amar...

— ¿Lo llegarás a amar? Atsushi. — lo separa de ella y hace que la vea a los ojos. — ¿Quieres la felicidad de Dazai acosta de la tuya?

Baja la mirada ante la pregunta...

— Sí... Haré todo lo que haga feliz a Dazai-san...

Suelta un suspiro y lo vuelve a sostener en un abrazo.

— Sí ya has tomado esa decisión... Solamente puedo desearte que tú también logres ser feliz...

El albino hunde su rostro en el brazo de la mujer dejando salir un par de lágrimas mojando la vestimenta.

— Lo seré...

*.★*.⁠｡⁠*⁠♡

— ¡Oh, vaya! ¿Ya te abandonó tu prometido? ¿En dónde se metió?

El castaño se gira para ver al chico de cabello azabache y ojos verdes que se acerca a él.

— Yosano se lo llevó, no deben de tardar en regresar.

Se muestra tranquilo, sin ninguna preocupación.

— Compadezco a Atsushi, no sabe con quién va a casarse.

El castaño suelta una risita.

— Oh, Rampo~ Atsushi sabe perfectamente con quién se ha comprometido~

Ambos sueltan a reír.

— Por favor, no armen un escándalo.

Un hombre alto, de complexión delgada y cabello azabache coloca una mano sobre el hombro de Dazai.

— Descuide, a nadie le interesa, solo han venido a ver qué tan grande es la fiesta para luego criticar.

Comenta Rampo sin darle importancia.

— Puede ser, pero no deben perder la elegancia.