Era una noche muy oscura y fría; más de lo normal me atrevería a decir. Había decidido salir a dar un paseo nocturno, de esas típicas para despejar la mente y tal, y claro, ya para rematar el cliché, decidí dar el paseo por la orilla del mar bajo el cielo nocturno lleno de estrellas... Mmm... Nunca me había fijado en el cielo, que hermoso se veía.
Estaba andando por ahí, sintiendo como me acariciaba el agua en mis pies. En un principio la sensación era de frío (normal supongo jaja), pero me acostumbré y que incluso me atrevo a decir de que me gustó la sensación de frío.
Me detuve un momento para contemplar las estrellas de ese cielo nocturno, y repito, se veía hermoso, ya que de donde vengo apenas se pueden apreciar por culpa de la contaminación lumínica ya que soy de ciudad, asi que quería disfrutar de ese momento lo máximo posible para guardarlo dentro mio.Al cabo de un rato, decidí que ya era hora de volver a casa asi que me limpié los pies y emprendí el camino de vuelta.
Al ser de noche, el pueblo era más tranquilo de lo normal, ya que no había ningún tipo de ruido: ni coches, ni niños... Nada.Ya estaba llegando a casa cuando levanto la mirada y al fondo entre la oscuridad veo una figura femenina; jajaja, me acuerdo que en un principio me asusté pero que a la vez rápidamente caí en cuenta de quién era: era ella, con una manta hecha por su difunta abuela, me acuerdo que era de ella porque cuando me lo estaba contando no se le quitaba la sonrisa de la cara, y claro, no iba a olvidar ese buen momento cotidiano.
Cuando nuestras miradas se encontraron, ella empezó a venir hacia mi, ni demasiado rápido como para decir que venía andando, ni demasiado lenta como para que se define correr.Cuando me alcanzó me rodeó con la manta y me abrazó, sintiendo en mi pecho su respiración agitada a causa de venir hacia mi.
¿Qué sentí cuando me abrazó?
Si lo tuviera que comparar con algo, sería como el mismísimo sol: cálido y placentero.
Cuando ella subió la mirada (pero sin dejar de abrazarme) me preguntó si tenía Frifri mientras sonreía (me sigo riendo recordando ese momento).
Hubo un silencio que se mezcló con el tranquilo pueblo y acto seguido nos empezamos a reír los 2.
Lo que ella quería decir es que si tenía frío, pero con los nervios se confundió y dijo Frifri. A lo cual yo le dije que si, que tengo Frifri, y su respuesta fue abrazarme más intenso como el sol de verano.A partir de ahí llegamos a un acuerdo: da igual que estuviésemos cabreados uno con el otro, que estuviésemos mal o simplemente porque si. Qué si uno de los dos decía "Tengo Frifri", la otra persona le tenía que dar un abrazo tan cálido como el sol.
Desde ese momento, "Frifri" se convirtió en mi palabra favorita.
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FRIFRI: EL SENTIMIENTO DE UN ABRAZO
RomanceLos abrazos se pueden dar por acciones buenas o malas, pero es solamente eso? alguna vez has pensado si el abrazo abarca más que eso?