Una victima, seis culpables.

Acto 2: Buena comunicación.

Buscando y rebuscando, la oficial Saray, no encuentra rastro alguno de que hubiese estado alguien en el apartamento a esas horas. Colocando en tela de juicio su higiene, opto por revisar el basurero. Escarbo y escarbo, parecía que no encontraría nada mas que desechos hasta que encontró algo que, por norma general, no debería de estar ahí.

Saray: ¿Qué hace un arma de fuego aquí? Que cosa rara, debo avisar de esto... Uish, que mal huelo, no vuelvo a hacer esto jamás.

Volviendo al detective, este se quedo esperando pacientemente la llegada del sospechoso conocido como Daniel. Pasando lenta y dolorosamente aquellos 20 minutos, dio su acto de presencia de una manera inexpresiva, de mala gana. Se le notaba en la cara que no le importaba mucho tener a su hermana muerte frente a él. El detective, ignoro ese comportamiento.

Demian: Usted es la forense María, si no me equivoco. Creo que ya es momento de asegurar y mover el cuerpo, por el bien de conservar la escena sin... imprevistos. Cuando aparezca la oficial, movilícenla hasta un lugar apartado y donde no genere conmociones. En cuanto a usted... Daniel, ¿cierto?, discúlpeme, soy malo recordando nombres. Tome asiento, tendremos una conversación bastante interesante.

Daniel: Acabemos rápido, tengo cosas que hacer.

Demian: Vaya, el niño nos salió amargado. Eres la primera persona en toda mi carrera, que veo que reacciona como cualquiera al ver un familiar muerto, que intrigante. supongo que tengo tu permiso para hacer preguntas, ¿no?

Daniel: Tsk.

Demian: Bueno, empecemos. ¿Cuándo fue la ultima vez que te encontraste con tu hermana?

Daniel: Mejor que se quede muerta el bicho ese. Siempre me ha caído mal, solo la veo cuando hay reuniones familiares, no me interesa hablar con ella, y quisiera que jamás asistiera a esas reuniones, jeje.

Demian: ¿Tienes alguna forma de corroborarlo? De casualidad, ¿has ido a algún lugar rondando mas o menos las 4 de la mañana?

Daniel: Si, si la tengo, fui a comprar comida rápida a esa hora, estaba en una fiesta. Traje el recibo porque suponía que me preguntarían estupideces como esta.

Demian: Bueno, mi compañera lo revisara luego. ¿Sabes si hay alguien que quisiera hacerle daño a tu hermana... aparte de ti?

Daniel: La quería fuera de mi vida, pero no estoy tan loco como para matarla, o al menos lo haría de una forma más original, ¿Por qué cree que soy el culpable?

Demian: Pues, hay indicios de que alguien entro en la habitación, a la vez que pistas de algún forcejeo, tú eres el único hasta ahora que se ve que tenga ganas de hacerle algo. Además, nunca mencione que fueras el culpable, solamente eres sospechoso.

Daniel: Son un montón de estúpidos...

Demian: Wow, bueno, al parecer no sabes nada más, sin embargo, no te podrás ir hasta que se te ordene, si intentas irte sin permiso serás automáticamente declarado como culpable.

Daniel: ¿Me está amenazando?

Demian: Tómalo como quieras, no te vas a ir aún.

Valeria: Entonces, ¿Cómo te fue?

Demian: Pues, no sabe absolutamente nada, no esta ni relacionado con su hermana, y le dije que se quede aquí para fastidiarlo, me cae mal.

Valeria: Ósea, ¿se va a quedar acá hasta cuándo?

Demian: Hasta que se resuelva el caso o hasta donde me aburra de tenerlo cerca.

Valeria: ¿Enserio le vas a hacer eso? Ósea, ya vi que es complicado, pero no es para tanto.

Demian: Que viva la vida, querida. Ya no tenemos sospechosos, tiene que haber un milagro divino que resuelva esto.