O2 ꒰⁠ 🏹 ꒱ the angel

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Dicen que la curiosidad es el pecado más grande del ser humano

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Dicen que la curiosidad es el pecado más grande del ser humano. No importa la creencia que tengas, la curiosidad siempre será tachada de villana. Para los habitantes de Altaria las cosas no podían ser diferentes. Si no eras un Yang entonces aléjate de los aprendizajes nuevos porque no te servirá de nada aprender cosas que no usarás en tus tareas asignadas. Es por eso que el menor de los Lee estaba discutiendo con su padre aquél día. Minho alcanzó a escuchar pequeños reclamos pero los ignoró completamente mientras su vista se centraba en alguna parte del extenso bosque al lado sur, el que justamente daba a su ventana. No fue hasta que la puerta del menor de sus hermanos se azotó que decidió regresar su mente a la realidad.

Tomando una bocanada de aire, se acomodó los zapatos rápidamente y se encaminó a la habitación vecina donde sin aviso previo se adentró para observar al de pecas envuelto en sus edredones cafés. Estaba enojado, podía notarlo por cómo su respiración subía y bajaba siendo demasiado evidente al tener el pedazo de tela demasiado pegado a él.

—Lix ¿Estás bien? —El menor no contestó. Se acercó poco a poco hasta poder sentarse en la mullida cama y poder observar mejor la posición de su hermanito debajo de las sábanas, estaba hecho un ovillo mientras suaves sollozos salían de sus labios, eso le partió el corazón a Minho.

El mayor sabía que en ese momento lo mejor era darle tiempo a Félix para respirar, así que solo pasó sus grandes manos por su espalda por encima del edredón para hacerle saber que allí estaba él y se quedaría hasta que se sintiera mejor. Eso hasta cierto punto calmó a Félix, pues el saber que contaba con sus hermanos siempre fue uno de los pilares de Félix para seguir su día a día. Pasados unos minutos su respiración se calmó un poco y Minho tomó la oportunidad para hablar.

—¿Por qué pelearon esta vez?

El castaño de cabello largo intentó recuperar el control de su respiración y sus lágrimas para poder contarle a su hermano lo que le había llevado a explotar, y es que a pesar de no ser un problema nuevo, a Félix realmente le agobiaba todo el tema.

—Quise aprovechar el día para ir por unas plantas nuevas para mi jardín, todo estaba bien, logré recolectar las plantas que buscaba pero de regreso me encontré con papá y algunos de los chicos a los que él le enseña a cazar. —Minho supo a dónde se dirigía el tema y solo pudo llevarse una mano al rostro en señal de frustración. —Papá quiso usarme de ejemplo en la casería, pero... ya sabes cómo reacciono cuando debo cazar y, y —Las manos del menor comenzaron a temblar ante el traumático recuerdo y sus ojos nuevamente se cristalizaron.

Minho no pudo hacer más que abrazar a su hermanito con fuerza dejando que las nuevas lágrimas de Félix mancharan su camisa sin culpa. Félix siempre fue un caso especial del que sólo sabían Minho y Christopher. Desde que comenzaron a enseñarle al menor de los hermanos técnicas de caza y notaron cómo a su hermano le temblaban las manos con solo imaginarse un animal muerto por culpa de sus armas. Al menor nunca le gustó cazar, la primera y única vez que lo hizo a los diez años regresó a casa llorando y no pudo dormir días enteros por las pesadillas que invadían su mente debido a la horrible imagen que se negaba a soltar de la liebre muerta gracias a una de sus trampas para liebres.

🏹 : 𝗙𝗔𝗟𝗟𝗘𝗡 𝗔𝗡𝗚𝗘𝗟 〔minsung〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora