III

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Felipe:

Había pasado toda la mañana y casi toda la tarde, con Letizia encerrados en nuestra habitación, haciendo el amor, dándonos caricias , dándonos amor, porque ella me lo daba con cada movimiento con cada caricia estaba presente el amor que me tenia espero poder algún día darle el amor que ella se merece ya que no sabia que era este sentimiento de verdad me apasionaba pero era solo eso pasión deseo, no podía amarla no después de todo el resentimiento que tenia hacia ella por obligarme a dejar mi libertad, pero de verdad estaba logrando que estuviera  a sus pies y lo estaba logrando, bueno dicen que atrás de un gran rey hay una excelente reina, pero sabia que ella no estaría atrás de mi si no a mi lado, así que tome la decisión de terminar con Eva, mi mujer no se merecía que yo tuviera una amante, y no era necesario, si mi mujer me satisfacía hasta de mas, y con Eva ya no sentía nada sin contar que no era su único amante, solo estaba con ella por que era segura jamás iría para perjudicarme ni dañarme después de un par de años aprendí a confiar en ella pero después de un tiempo se hizo tedioso por eso me enrede con Isabel aunque en muy pocas veces para ser sincero lo hice cuando me enojaba con Eva por alguno de sus berrinches pero ya estaba harto de tener que lidiar con ella por eso me emborrachaba hasta perder la conciencia para poder desahogarme con ella pues era lo único que conseguía desahogarme nunca me dejaba satisfecho, pero ahora con mi ahora esposa llena de pasión que no sabia que poseyera me satisfacía de sobra nada mas

Como a las 5:00 me levante del lado de mi esposa, me vestí, con sus ojos fijos en mi ,tenia reproche en ellos sabia hacia donde me dirigía pero no dijo ni comento nada al contrario comió con migo sin reclamarme pero sabia que estaba molesta yo le sonreí socarronamente pues después que supiera a donde voy y para que estoy seguro que borraría ese rostro de reproche y coraje.

Vi unos asuntos del palacio, y Salí rumbo a casa de Eva, sabia que ella no lo entendería a la primera pero soy el rey así que haría lo que yo dijera aunque claro me costaría mucho dinero pero no me interesaba algo tan banal como eso, le daría lo que me pidiera con tal de que me dejara en paz y sobre todo feliz con Letizia.

Cuando llegue a su casa, me recibió con una bata diminuta y transparente y ni siquiera sentí un poco de deseos al verla, ella se lanzo sobre mi tratando de besarme voltee el rostro y la quite lo mas caballerosamente que pude.

Eva: Que te pasa amor?- pregunto confundida y enojada por rechazarla

Felipe: Necesitamos hablar- dije serio no podía posponer mas esto

Eva: Puedes decirme lo que quieras mientras me heces el amor- dijo tomándome de la mano llevándome hacia la habitación, no se lo permiti al contrario la tome de la muñeca deteniéndola por lo que me vio peor si se podía

Felipe: De eso es lo que quiero hablar- dije soltándome de ella

Eva: Que pasa? Pregunto esta vez con cautela

Felipe: Esto se termino Eva, ya no vendré a verte mas- dije sin rodeos metiendo mis manos a los bolsillos del pantalón y viéndola a los ojos para que no le quedara duda que era enserio

Eva:De que demonios estas hablando?- pregunto a hora sin ocultar su molestia

Felipe: Que esto se termino, mi esposa esta primero y no voy a arriesgar mi matrimonio por una amante ni por nada de el mundo- conteste

Eva: Esa pobre niña, no me hagas reír ella jamás te hará sentir lo que yo que se cada una de las formas del arte de el amar– dijo burlándose de ella la muy descarada como podía admitir que no era mas que una zorra cara pero al final zorra

Felipe: Claro que ella no me hace sentir lo que tu, por que ella de verdad me hace disfrutar y querer tener mas, me deja satisfecho en todos y cada uno de los sentidos Eva, solo es mía y la deseo todo el tiempo y a todas horas y a ti solo te quería para desahogos pues dejaste de satisfacerme desde hace mucho, tu ERAS mi ramera ella es mi esposa y tu reina que no se te olvide para que no intentes absolutamente nada contra ella - dije molesto previendo cualquier locura que pudiera ocurrírsele pues una mujer desesperada es capas de cualquier cosa pero jamás se me ocurrió pensar en su contestación

El Trono Está En Juego Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora