Martes 13

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La tarde se deslizaba suavemente hacia la noche, y aunque la conversación con Marco era intrigante, una parte de mí no podía evitar pensar en Lucas

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La tarde se deslizaba suavemente hacia la noche, y aunque la conversación con Marco era intrigante, una parte de mí no podía evitar pensar en Lucas. Él era mi pareja, la persona con la que había compartido risas, sueños y un hogar. Pero últimamente, su presencia se había vuelto como un eco distante, un susurro de lo que una vez fue una melodía vibrante.

Mientras Marco hablaba, mi mente viajaba a las noches en que Lucas y yo nos acurrucábamos en el sofá, viendo películas, riendo de chistes internos. Pero esos momentos se habían vuelto escasos, ahogados por la rutina y las responsabilidades. A menudo, lo encontraba perdido en su teléfono, mientras yo me sumía en mis propios pensamientos, sintiendo que la chispa se desvanecía entre nosotros.

"¿Te sientes identificada con lo que dice Dante?" preguntó Marco, sacándome de mi ensueño. Su mirada era intensa, como si pudiera ver más allá de mis palabras y adentrarse en mi alma.

"Sí, a veces," respondí, sintiendo el nudo en mi garganta. "Pero... a veces siento que el amor se ha vuelto algo superficial. Como si estuviéramos atrapados en una rutina, sin realmente vernos el uno al otro."

Marco asintió, su expresión seria. "El amor debería ser un viaje constante, no un destino. Quizás necesitas encontrar ese viaje nuevamente."

Sus palabras resonaban en mí. Me acordé de Lucas, de cómo comenzamos nuestra relación llenos de pasión y sueños. Pero ahora, la monotonía había llenado los espacios entre nosotros. Mientras observaba a Charly, una parte de mí se preguntaba si él representaba lo que me faltaba. Una chispa, una conexión que me hacía sentir viva.

"¿Y tú? ¿Has encontrado esa conexión?" le pregunté, intentando desviar mis pensamientos hacia él. Marco sonrió, un brillo de aventura en sus ojos.

"Cada día es una nueva oportunidad. El amor está en cada conversación, en cada momento compartido. Solo hay que estar dispuesto a verlo."

La charla continuó, pero mi mente seguía en un vaivén entre el presente y el pasado. ¿Era esta conexión lo que me faltaba con Lucas? Tal vez lo que necesitaba era un cambio de perspectiva. Pero al mismo tiempo, la idea de herir a Lucas me causaba un profundo malestar.

Cuando la conversación finalmente llegó a su fin, Marco se despidió con una sonrisa cálida y un comentario que me dejó pensando. "Recuerda, el amor no debería ser una carga. Debe ser ligero, un placer que te eleva."

Mientras se cerraba la puerta detrás de él, sentí una mezcla de emociones. La luz del atardecer iluminaba mi oficina, proyectando sombras largas y suaves. Miré por la ventana hacia el horizonte, y el reflejo de mi propia imagen me devolvió una pregunta inquietante: ¿Qué quería realmente de mi vida amorosa? ¿Era la rutina con Lucas lo que me limitaba, o era yo quien había dejado de buscar lo que realmente deseaba?

Con el corazón agitado y la mente llena de preguntas, decidí que era hora de explorar esos sentimientos. Quizás el puente que anhelaba visitar no solo era un lugar de calma, sino también el comienzo de un viaje hacia la verdad, tanto sobre mí misma como sobre lo que quería en el amor.

 Y así, con el corazón agitado y la mente llena de preguntas, decidí que era hora de enfrentar mis propias guerras, de encontrar la guerrera que siempre había sido y descubrir qué significaba realmente amar y ser amada.


ALIGHIERIWhere stories live. Discover now