Historias random q le pido a Chatgpt cuando estoy aburrida y cuando estoy triste tmb 😞
-las historias no siguen un patrón-
Ships que me gustan >_<
Tmb para alimentar mi mente delulu 😞😞
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**Título: Un Malentendido de Corazones**
Kamden y Jay habían estado juntos por más de un año. Su relación había sido todo lo que Kamden siempre había soñado: llena de risas, de tardes perezosas viendo películas, y de esos pequeños momentos que hacen la vida especial. Sin embargo, últimamente, Kamden había sentido una punzada de inseguridad que no podía sacudirse. Y todo parecía girar en torno a un nombre: Tag.
Tag era el compañero de trabajo de Jay, y desde que Jay había comenzado a hablar más sobre él, Kamden había sentido una creciente ola de celos que no podía controlar. Cada vez que Jay mencionaba a Tag, cómo era divertido, o cómo lo ayudaba con ciertos proyectos, Kamden no podía evitar sentirse excluido. Esas noches que Jay llegaba tarde, diciendo que se había quedado trabajando con Tag, hacían que Kamden sintiera una presión en el pecho.
Una noche, mientras cenaban juntos, Kamden finalmente no pudo más y soltó lo que llevaba semanas acumulando en su mente.
—¿Te gusta Tag? —preguntó Kamden, su voz sonando más acusadora de lo que había planeado.
Jay se detuvo en seco, el tenedor a medio camino de su boca, y lo miró sorprendido.
—¿Qué? Kamden, no... ¿de dónde viene eso?
Kamden apartó la vista, sintiendo que sus mejillas se calentaban. Sabía que estaba siendo irracional, pero los celos tenían una forma de nublar su juicio.
—Es que... últimamente hablas mucho de él. Y siento que te estás alejando de mí.
Jay dejó el tenedor en el plato y se inclinó hacia adelante, tomando la mano de Kamden.
—Kamden, mírame —dijo suavemente, y Kamden levantó la vista, sus ojos encontrando los de Jay—. Tag es solo un amigo, un compañero de trabajo. No significa nada más para mí. Tú eres la persona con la que quiero estar, la persona a la que amo.
Kamden suspiró, sintiendo un peso aliviado de sus hombros. Se sentía un poco tonto por haber dudado de Jay, pero al mismo tiempo, esos sentimientos habían sido reales y difíciles de ignorar.
—Lo siento —murmuró Kamden—. Es solo que... me asusta la idea de perderte.
Jay sonrió suavemente y se inclinó para besar los labios de Kamden, un beso tierno y reconfortante.
—No tienes que disculparte. Solo quiero que sepas que estoy aquí, contigo, y no voy a ninguna parte.
Kamden sintió el calor del amor de Jay envolviéndolo, y se dio cuenta de que no tenía nada que temer. Jay estaba a su lado, y lo estaría siempre.
