Capítulo 1

353 32 10
                                    

La historia que quiero relatarles no la encontrarán en un libro, la historia del oeste está escrita desde la perspectiva de los colonizadores, pero nunca desde el corazón de los nativos.

Yo nací aquí, este lugar que llamarian el viejo oeste pero para mí pueblo la tierra no tiene edad, ni principio, ni fin, no hay fronteras, como el viento en la pastura de los búfalos, somos parte de este lugar, lo hemos sigo y siempre lo seremos.

Dicen que el caballo salvaje es el espíritu del oeste o si al final el este o el oeste se perdió es algo que ustedes tendrán que decidir.

La historia que vengo a relatarles es cierta, yo estuve ahí y lo recuerdo, recuerdo el sol y el viento que llamaban por mi nombre, en una época donde los omegas eramos libres.

Hace mucho tiempo atrás, antes de que supiéramos de los hombres blancos, la tierra era de todos no existía la propiedad privada.

Un día de verano, la esposa del jefe de la tribu estaba dando a luz fue inesperado ya que la mayoría de nacimiento eran en la noche, a las pocas horas se escuchó el llanto de un bebé y supieron que el nuevo jefe había nacido.

No importaba si era alfa, omega o beta, si venía de la linea sanguínea de la máxima autoridad de la tribu el puesto era suyo.

La alegría no duró mucho para la tribu al ser nómadas pasaban viajando de tierra en tierra, un día desafortunado los hombres blancos atacaron a la tribu, los pocos alfas y betas que habían atacaron algunos salieron heridos y otros no volvieron.

Los omegas los que estaban enlazados cuidaban a los más pequeños, los que tenían altos cargos protegían a los suyos mientras los demás volvían, también fueron entrenados para pelear pero en esta ocasión era principal cuidar a los más pequeños.

Al regresar los sobrevivientes le dieron la mala noticia a la esposa del jefe, traían su cuerpo ya frío y lleno de sangre, el grito desgarrador de la mujer hizo temblar a más de uno, cremaron el cuerpo del jefe y lo arrojaron al viento como era la costumbre de ellos.

Al día siguiente los más sabios de la tribu se reunieron para saber que harían después de la muerte del jefe, su sucesor no tenía menos de dos meses de haber nacido y necesitaban alguien que los guíe.

La mujer decidida dijo que ella sería quien ocupará el lugar de su esposo, le correspondía por derecho ser la jefa, ningún sabido estuvo encontrá y así lo dispuso.

La primera disposición de la mujer fue dejar de ser nómadas por los más pequeños necesitaban un lugar fijo ya que era cansado para las madres primerizas.

Encontraron un bonito lugar al oeste, se instalaron y comenzaba una vida en la tribu.

Pasaron los meses y se comenzaron a presentar los aromas de los cachorros, el hijo de la jefa resultó ser un omega pero una beta muy vieja dijo que era un omega diferente a lo que están acostumbrados.

El pequeño omega empezó a caminar y con eso llego las preocupaciones de la madre ya que no se estaba quieto por nada, la joven madre iba a los cultivos y lo dejaba donde podría verlo.

El pequeño omega venía todo con curiosidad y se rían al ver pasar los pájaros por encima de él.

Miren aquí estoy, llegué a este mundo libre soy, aquí estoy y fuerte soy.

En esta tierra que es mi hogar.

Pasaron los meses y el pequeño empezó a caminar, le gustaba caminar por los prados y sentir el viento en la cara.

Es un inicio, es algo que explorar, es algo que palpita con el corazón.

Un nuevo día, un nuevo hogar que esperaba por mi y aquí estoy.

Pasaron los años y el pequeño ya había cumplido 8 años, era el más valiente de todos los niños que habían, le gustaba ir a cazar con los alfas y betas, a su corta edad traía mas animales que un adulto.

Cuando llegaba el invierno era el primero en salir a recolectar a limpiar la nieve, también aprendió a montar los caballos antes que los demás y pasaba horas y horas cabalgando.

Es un inicio, algo nuevo que explorar, es algo que palpita con el corazón.

Un nuevo día, es un nuevo hogar que esperaba por mi y aquí estoy.

Cuando comenzaba a terminar el invierno, le gustaba ir al río para ver si los peces llegaban pero ese día también regresaban los búfalos al oeste.

Los niños que lo habían acompañado gritaron fuerte y salieron huyendo hacia el campamento.

Bradley se comenzó a reír de sus amigos, no sabía por qué le tenían tanto miedo a esas criaturas tan maravillosas.

Uno se acercó a él lentamente, al ver qué el pequeño no le tenía miedo tomo el agua del río con confianza.

Uno de los niños fui avisarle a la mamá de Bradley lo que había ocurrió y fueron en su ayuda pero al llegar vieron como el pequeño omega jugaba tranquilamente entre los búfalos.

X:- ¡Bradley ya vámonos!-.

Bradley:- ¡Ya voy mamá!- sonríe y sale del río- ¡Adiós amigos!- se despidió de ellos y fue donde su mamá la cual le regaño por el susto que había tenido.

Así pasaron los años y llegó el cumpleaños del omega, iba a cumplir 20 años ese verano.

Y asi de cachorro me convertí en un valiente omega, los sabios decían que parecía como un relámpago sobre la tierra, me gusta competir con el águila y sentir el viento en mi cara cada que cabalgó.

En ocasiones parecía como si volará, en los días que cazaba solo, sentía que podía hacerlo.

Tal cuál como dijo la vieja beta, no era un omega como los demás, el cazaba como un alfa, calculaba como un beta pero elegante y guapo como un omega.

En ese día había salido a cabalgar y como todos los días había retado al águila para ver quién era más rápido, no sabían cómo era posible pero parecía como si los animales le entendieran.

Ese día por fin cumpliría con uno de sus objetivos alcanzarla casi siempre iba atrás de la sombra pero ese día, por fin la había alcanza y dejado atrás.

Igual que mi padre, era el heredero para ser el líder de la tribu cuando alcanzará la edad suficiente para sustituir a mi madre.

Heredó la responsabilidad de proteger a la tribu.

Ese día estaba haciendo su cabalgata diaria, ví de lejos un puma que se acerca al campamento, donde estaban los niños jugando con los animales.

Se dispuso a bajar del caballo y esconderse entre los arbustos, apuntar con su arco hacia donde estaba el puma, disparo uno, dos y tres.

Salió de los arbustos y llevo al puma hacia el campamento, todos llegaron a felicitarle por su buen acto.

Mamá de Bradley:- Estoy muy orgullosa de ti hijo-.

Bradley:- Tengo que proteger mi hogar y las nuevas generaciones-.

Los pequeños que había salvado llegaron a felicitarlo.

X:- ¡Gracias por salvarnos!.-

X:- Yo quiero ser tan valiente como tú cuando sea grande-.

Bradley sonríe y le acaria la cabeza- Lo serás, cuando crezcas tu serás quien me ayude a proteger a toda la tribu-.

El niño sonríe y asiente con la cabeza, corrió dónde su mamá para contarle las buenas noticias.

La mamá de Bradley suspira y vuelve a su carpa para hablar sobre el futuro de su hijo.









꧁•⊹٭𝙴𝚕 𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊 𝚒𝚗𝚍𝚘𝚖𝚊𝚋𝚕𝚎٭⊹•꧂-Maxley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora