única parte

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tw; omegaverse, g!p, contenido altamente sexual, lenguaje soez, pequeños modismos.

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El celo es incómodo, sí es que puede decir. Llega en las peores situaciones, la hace temblar, y cada cierto tiempo, si no lo quiere decir de forma abrupta, tiene que estar bajo supresores.

Por eso, para estar todo el tiempo en la casa, Karime había tomado un supresor tan fuerte que tapa todo rastro de celo, pero tan débil como para sólo durar unos meses, de todos modos, aún no había llegado su celo, y esos videos que había dejado guardados de Karime Kooler se habían acabado, por lo que había llegado el momento.

La chica AcaShore, ahora de La Casa, tenía bien en su mente el hecho de que tenía que grabar con todas las energías del mundo ese capítulo, y tenía que quitarse la vergüenza de sólo recordar y aterrizar. Su invitada ahora, era Gala Montes.

Sí, podía hacerlo. Podía borrar de su mente las veces que le dijo a la alfa que quería hacerla la madre de sus hijos y la otra nunca respondió, como también podía borrar de su mente las veces que atrapó a Gala viendo sus atributos, como esa vez que estuvieron en bikini por toda la casa y los ojos de Gala jamás estuvieron quietos.

Lo único que jamás quitaría de su mente, sería esa vez que durmieron juntas por primera vez y Karime tuvo que ir al confesionario por un supresor aún más potente porque la esencia de Gala fue tan fuerte, que anuló cualquier supresor.

Y tal vez porque ahora mismo estaba Gala en el foro, es que eso no se le podía salir de la mente al sentir su estómago revolverse, su cabeza nublarse, y su centro arder hasta el punto de doler, haciendo que se quejara y preguntara, ¿de verdad la esencia de Gala es tan fuerte?

¿Para ese punto? Ni habían cruzado palabras, mucho menos miradas (o Karime no se dio cuenta por despistada) pero la mayor estaba sintiendo cómo las féromonas de Gala la arrastraban a un calvario que era el celo, que era sentir un vacío y un ardor incontrolable...
Karime se apoyó en su escritorio mientras llevaba su mano a su vientre y lo apretaba, tratando de disimular el dolor, ardor, pero sobre todo, calentura.

La omega al verse rendida se tendió en el suelo y cubrió su rostro, suspirando, tratando de recordar dónde estaba ese supresor tan fuerte para que le quitara ese maldito dolor y pudiera encontrar un mísero consuelo en él, pero el mayor consuelo pasó por su puerta.

Gala entró a su vestidor, y al inhalar las feromonas más fuertes de la omega tapó su nariz, metiéndose en la habitación para que, con su último pensamiento cuerdo, pueda cerrar esa puerta con el seguro, para que nadie pudiera entrar y hacerle daño a la omega en celo.

Bueno, ella siguió cuerda, claro está, porque el primer pensamiento de Gala fue alcanzar la misma bolsa que Karime buscaba con el mismo objetivo, pero la cordura poco a poco se estaba perdiendo con esas feromonas, ese olor a cereza que se combina con azucena.
Y aún estando de pie, y cegada en querer estar cuerda, la alfa con olor a eucalipto y café se acercó a Karime, sonriendo leve, aún achicando un ojo.

Habló con todo el pesar del mundo, agachándose a ella, carraspeando.

''Está bien, Kari, está de puta madre, vas a... tomar ese supresor, y vas a...'' no era fuerte. La pelirroja agachó la mirada y llevó su mano al rostro de Karime para tomar ese rostro entre sus manos, relamió sus labios, ignorando los ojos llenos de brillo de la omega en cuanto la tocó. Volvió a verla, ''a estar bien, voy por...''

''¿Puedes volver a hacerlo, Gala?'' con su ceja alzada y ojos ebrios, empapados de las encantadores feromonas, preguntó, y la pelinegra llevó la mano grande de nuevo a su rostro, ''ésto, tocarme así, se siente mejor, puedo pensar con más claridad...''

CONSUELO © GARIME ONE SHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora