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Una nueva mañana, los suaves rayos de sol entraron por la ventana de mi habitación. Abrí los ojos lentamente, mientras una pequeña sonrisa se extendía por mi rostro al recordar los eventos de ayer, Thomas fue lo primero en mi mente ese día y seguramente, también lo sería el resto de los días de mi ahora hermosa vida. Me levanté con cuidado de la cama y me miré al espejo, notando la gran mancha de esa asquerosa sangre en mi pijama, había calado, de nuevo... Me frustré un poco, pero me cambié, cambié las sábanas sucias de la cama y bajé lentamente a mi pequeña cocina, quería tratar de esforzarme en este desayuno, no quería algo simple. Agarré algunas cosas de la nevera y encendí uno de los fogones. Mi mente vagó un momento mientras mis ojos estaban fijos en el fuego, era así como le cocinaría a Thomas en el futuro? Como una buena mujer con su marido? Me gustaría hacer más cosas con él a parte de cocinarle... cocinarle... Quizás podríamos cocinar los dos juntos, sería... divertido?

Dejé de vagar en mi mente y miré el fuego ardiente que salía del fogón, en el fuego habían dos personas... Una tercera persona se acercó a las dos, luego otra... y otra... 5 personas? Una de ellas se ve algo molesta quizás por la presencia de los otros, esta persona está empezando a golpear y gritar a las otras, una de las personas solo mira con una sonrisa inocente... Espera... La persona golpeando tiene un cuerpo de insecto... La que sonríe es una rata. Mis ojos se agrandaron cuando vi que el fuego se estaba haciendo más grande y apagué el fogón, ya no tenía hambre. Guardé las cosas de vuelta en la nevera y decidí comer algo sencillo para no morir de hambre, agarré unas simples galletas y un poco de leche.

Mientras comía, agarré de nuevo mi teléfono, mis dos amigas estaban hablando en el grupo de nuevo, mis ojos recorrían la conversación, no era interesante para mi. Salí del chat y entré al de Thomas, me había dado los buenos días hace unas horas. Sonreí un poco, pero a la vez no pude evitar sentirme mal por no haber respondido hace horas.

-Buenos días, lamento no haber respondido antes- Escribí esperando que no estuviese enfadado.

-No pasa nada, cómo dormiste?- Sonreí, la calma invadió mi cuerpo después de leer eso.

-Bien, y tu?-

-Igual- De vuelta, sentí algo de inseguridad al ver como escribía algo seco, pero intente tranquilizarme ya que el día anterior me dijo que era porque era tímido.

-Quieres jugar? Estoy algo aburrido, ya sabes- Me animé un poco ante su mensaje y respondí de inmediato

-CLARO!-

Después de ese mensaje, así fue, estuvimos jugando unas largas horas. En una partida conocimos a otros dos chicos y yo los agregué a amigos, Thomas ya no parecía muy tímido, parecía estar disfrutando y de vez en cuando escribía en el chat, sin embargo, a la misma vez me daba la sensación de que estaba molesto por algo. Le pedí el número a los chicos y los agregué, Thomas, sin embargo no lo hizo.

Pasamos un montón de tiempo jugando juntos, hasta las 3:12 AM. Cuando dejamos de jugar, yo decidí crear un grupo a petición de uno de los chicos, en él estábamos los cuatro. Hablando un poco, decidí preguntarles el nombre también, el primer chico, se llamaba Jack, el otro Oscar. Al ver como Thomas parecía algo inactivo en el chat, lo presenté yo misma. Al leer su nombre, Oscar pareció molestarse por algo y comenzó a hablar algo cortante y seco, sin embargo, yo no pregunté nada. Después de un rato, Oscar se volvió inactivo, Jack y yo decidimos hablar la situación en privado ya que ambos estábamos confusos y algo incómodos.

-Qué les pasa a estos dos?- Jack empezó a hablar directamente de ese tema.

-Quizás simplemente se llevan mal? No lo sé, estoy confusa-

-Cómo se van a llevar mal si se acaban de conocer?- Respondió. Pude notar la frustración de Oscar en el texto que me escribió.

-Tú tienes el número de Thomas? Preguntale y a ver si lo podemos solucionar, realmente no quiero que se vaya la amistad a la mierda por alguna tontería, nos acabamos de conocer hoy mismo, por dios, tan rápido va a terminar?- Parecía muy enfadado...

-Bien, preguntale tu a Oscar-

-Por qué yo?-

-Nos repartimos el trabajo y punto, no quiero que te quejes-

-Está bien... Suerte- Ese fue su último mensaje antes de que yo abriera el chat de Thomas de nuevo.

Al entrar al chat pude sentir algo de estrés invadirme, toda esta situación estaba pasando demasiado rápido, estaba confusa y algo molesta por la rapidez en la que pasó, también estaba molesta ya que Thomas ni siquiera se molestó en escribirme algo para decirme que estaba incomodo u algo similar.

-Qué ocurre? noté que te molestaste mucho por Oscar y que él se molestó contigo solo con oir tu nombre.-

-Qué demonios te importa?- Me congelé, ese mensaje fue algo inesperado, me dolió un poco, pero seguí insistiendo por mi preocupación, ignorando el enfado y el dolor que sentía

-Os conocéis de algo? No me vayas a poner alguna excusa, esto ha pasado muy rápido como para que me digas que no os conocéis, que ocurre?

-Tal vez si nos conocemos, pero igual, eso no es de tu incumbencia, agradecería que dejaras de insistir y me dejaras en paz- Fruncí el ceño ante su respuesta, no había de otra, debería de insistir de una forma más distinta y dolorosa para él.

Bloody ProblemsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora