9.¿Lina?

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En esta ocasión nos encontramos en una casa algo distinta a lo habitual, parece que es el 24 de diciembre, ya es de noche y la fiesta estaba comenzando, aunque no parecía ser alegre, sino bastante melancólica y repleta de una ola de tristeza. Una madre y su hija estaban en el comedor, intentando festejar aquella noche que solo pasa una vez al año, solo tenían una luz encendida, lo que hacía parecer algo tétrico el sitio.

Sam: (dijo mientras cortaba sus alimentos) hija, sé que esto no es nada de lo que esperabas, pero ¿podrías aunque sea intentar ser alegre por unos momentos? (suspiro).

Lina: (dijo enojada) ¿alegre? Solo estamos tú y yo mamá, nisiquiera mis abuelos vinieron (miro a su izquierda y entrelazó los brazos en señal de enojo).

Sam: (suspiro y miró a Lina) sabes que ellos tienen problemas ahora, no podemos estar juntos.

Mientras eso sucedía la chica sacó su celular, tenía el chat habiendo de una de sus amigas, le mandaba una foto mientras escribía "¿qué hace tu familia? Mi papá está cantando algo mexicano" la imagen mostraba a varios individuos felices, eso fue suficiente para que Lina se sintiera algo mal.

Sam: (dijo mirando a su hija) ¿sucede algo? (levantó una ceja).

Lina: (se levantó enojada) ¡nada, me voy a mi cuarto!

Su madre la observó mientras ella subía por las escaleras, no podía hacer nada más ¿a quien quería su hija en estos momentos? Sus abuelos estaban enfermos, su madre era hija única y su padre, bueno de él jamás supo cosa alguna, solo que su cabello era extraño, pues ella lo había heredado, un blanco que parecía ser nieve en su cabeza.

Lina siempre había sentido una ausencia en su vida, un vacío que nadie podría llenar, nisiquiera sus amigos o familia materna. Desde pequeña, las preguntas sobre su progenitor se acomulaban en su mente rota, pero las respuestas jamás llegaban. Su madre Sam siempre evitaba hablar de aquel hombre, pero ella no entendía por qué. Cambiaba de tema o desviaba la atención a otros asuntos. Aquella curiosidad por conocer la verdad más oculta de su vida la obsesionaba y aquella noche ella emprendería un viaje para encontrar la llave del baúl de su vida.

A sus 16 años no había tenido tantos logros en su vida, aunque era buena en la guitarra y cantando. Estudiaba en una preparatoria cercana a su casa en Austin Texas. Sentía que su vida estaba estancada desde hace tiempo y aunque solo era una adolescente con problemas ella lo entendía muy bien.

Hace un tiempo encontró algunas cosas de su padre mientras limpiaba el ático, descubrió algunas cartas que eran dirigidas a su madre, fotografías de su niñez junto a un hombre que solo está encerrado en lo más profundo de sus recuerdos, en una fotografía en específico se miraba a una familia feliz, en la esquina superior derecha había una pequeña oración "el viaje que nunca se hizo" con la letra de su madre. Debido que a Sam no le gustaba la idea nunca pudo indagar más, pero esa noche todo cambiaría. Cuando ya era de madrugada y su madre dormía ella estaba acabando de empacar sus cosas para escapar.

La chica se encontraba en su cuarto, empacaba mientras escuchaba música con sus audífonos.

Lina: (dijo con cautela) ¿qué me falta? Ya llegó dinero, ropa, bragas (miro las fotos que había encontrado en la cama y las tomo) y esto, todo en su lugar (sonrió).

La chica salió con cuidado al corredor y fue al cuarto de su madre para verificar que estuviese dormida, después de hacerlo se dispuso a bajar la mochila donde tenía sus cosas con cuidado y salió de su hogar, cerrando la puerta trasera lo más cuidadosa posible.Sacó un boleto de autobús hacia Royal Woods Michigan y comenzó a caminar por la banqueta, mientras estaba pensando.

Lina: (sonrió y dijo en voz baja) ¡Al fin lo conoceré! ¡Conoceré a mi padre! Aunque espero que esa mujer no se enoje conmigo (sonrió de forma nerviosa).

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