tercer capítulo- "𝑹𝒆𝒄𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏 "

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Sus parpados se abrían con pesadez mientras intentaba adaptarse a la luz del lugar, al principio todo se veia nubloso y no identificaba bien donde estaba. A medida que parpadea pudo enfocar mejor y cayó en cuenta de que se encontraba en su habitación, su mano tenía una intravenosa que conectaba con un suero el cual colgaba de un tubo metálico.

Cuando quiso pararse un dolor en su brazo lo hizo volver a su sitio mientras su entrecejo se arrugaba en eminente dolor.

Su hombro estaba cubierto por un vendaje y por el se podía ver un poco que la herida había sido previamente cocida. Los fragmentos de lo que vivió aquel día lo golpearon y el sonrojo  adorno sus mejillas pintandolas de un rojo vivo y la verguenza se abrio paso a su par.

Si estaba aquí vivo es porque seguramente su padre o sus hermanos vieron todo lo que pasó y lo fueron a salvar, !¿que tan patético se debió haber ñvistos allí en el suelo tirado, mientras casi era alimento para vampiros!?, entonces recordó algo muy importante, !lo habían mordido¡ Su mano fue a su yugular pero está se encontraba con un curetaje que envolvía su cuello y no pudo evitar soltar un gemido de disgusto cuando al intentar verse la herida, su piel se estiró un poco y el dolor hizo su tan "amigable" aparición.

Mierda, mierda y más mierda, la había cagado de verdad, y no solo eso un puto vampiro lo había mordido!, ¿sería puesto en cuarentena?, ¿lo expulsarían?, ¿se convertiría en un chupa sangre?, !¿harían estudios con el?!

La puerta de su recamara se abrió y una figura entro, al mirarla Aiden noto  una cabellera rubia que en sus brazos  llevaba una bola de pelos tan conocida para el.

—Algodón!— el animal al escuchar la voz de su dueño brinco de los brazos que lo sostenían para caer en la cama del más pequeño y comenzar a chillar de la felicidad, todo el dolor de su cuerpo desapareció para darle lugar a una enorme felicidad, cualquiera que conociera al pelinegro sabia muy bien que ese conejo era su adoración.

—¿mi pequeña bolita de manchas me extraño?—la voz Melosa solo ocasionaba que el animalito se pegara mas a su dueño mientras movia su pequeña colita esponjada.

—yo también me alegro de verte Aiden— La presencia que antes había Sido olvidada le recordó al mas pequeño que no estaba solo en el cuarto.

El pelinegro dejo de mimar a su mascota para ahora dirigir su atención al rubio frente a él—hola Damian, y-yo lo siento me emocioné un poco— su mirada se desvio evitando hacer contacto visual.

—no te preocupes, es normal, solo ten cuidado de no hacer movimientos bruscos, tu cuerpo aún necesita algo de reposo— acercándose con calma examinó con mucho cuidado las heridas vendadas del más pequeño—nos distes un buen susto Aiden, si alex , Lucas y nuestro padre no hubiéramos llegado a tiempo horita estarías muerto— el sermón fue duro y sin tapujos, Aiden no se atrevía a mirarlo, no podia hacerlo cuando su hermano tenia razón— eso sin contar que una de esas abominaciones te mordió—una mano lo hizo ladear su cabeza dejando mas expuesto su vendaje—quiero que me respondas algo, si estuvieras tu solo en una mision sin nadie a tu alrededor y te atacaran como lo hicieron, sobrevivirias ?, serías capaz de proteger a quienes amas ? O tan siquiera de cumplir tu labor como caza vampiros ?

El más pequeño solo pudo quedarse callado, no había excusas que dar, Damian tenía razón, si el estuviera solo en otro lugar sin nadie para ayudarle como abría sobrevivido? La respuesta es simple, no lo hubiera echo.

—no intento ser duro con Tigo hermanito—unos brazos  rodearon el cuerpo del más bajo—pero sabes que debes estar listo y preparado, el mundo afuera no es seguro y nosotros como cazadores de vampiros, debemos estar entrenados para cualquier cosa, solo a si podremos proteger a las pocas personas que quedan y sobre todo tratar de que el mundo no esté tan quebrado— esas palabras fueron suficientes para que Aiden se apegar más a Damián, sus hermanos y su padre eran duros con él en muchas ocasiones, pero eran estos pequeños momentos donde lo hacían recordar que no eran firmes porque querían, si no porque debía sin ellos todo se terminaria de romper.

𝐂𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐜𝐚𝐫𝐦í𝐧-𝐀𝐁𝐃𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora