capitulo cinco- 𝐼𝓃𝓆𝓊𝒾𝑒𝓉𝓊𝒹𝑒𝓈

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Si Aiden pudiera explicar cómo se sentía horita sin dudar respondería perdido.

Estaba en su cama recostado pensando que debería hacer en ese preciso momento.

Había pasado un día desde que hablo con emir y la verdad la ansiedad y el sobre pensamiento tenían su cabeza vuelta un desastre.

Se suponía que ayer debió tener una plática con su padre, y de verdad que quería, pero un sentimiento agobiante lo invadió horas antes, y como todo cobarde se metió en su habitación y fingió dormir cuando uno de sus hermanos llegó a su cuarto preguntando por el.

Esa noche no pudo conciliar el sueño.

A lo mejor se estaba metiendo en asuntos que no le convenían, pero de alguna manera queria brindar una solucion al problema.

Su padre y sus hermanos se la pasan ocupados todo el día lidiando con problemas externos y internos, el quería ser igual que ellos.

Dando su apoyo a quien lo necesitaría, opinando en reuniones importantes y si es posible convertirse en un gran cazador de vampiros y exterminar a cada una de esas bestias hasta que no quede ni una.

Su odio estaba justificado, de echo, no conocía a una sola persona que no odiara a los vampiros, les habían quitado mucho y eso no era justo.

Sintió un pelaje suave y calentito a su costado derecho y sonrió levemente, seguramente algodón debió sentir su pesar.

Llevo su mano al vendaje de su cuello presionando un poco, sobre la herida echa  y arrugó la cara en una mueca de dolor.

No mentiria, a veces le aterraba la idea de morir a manos de esas bestias, a veces le aterraba, cuando paso la noche en vela si fue por la preocupación, y también habia tenido una pesadilla.

Soño que estaba rodeado, no tenía armas y estaba completamente desprotegido, ojos rojos lo asechaban por todas partes.

Sentía tanto miedo que por un momento creyó que todo era real, ver esas sonrisas que asomaban colmillos afilados dispuestos a desgarrar carne lo hicieron sentirse pequeño.

Y todas esas bestias se abalanzaron sobre el y perforaron su piel, vio su sangre brotar y como dolores intensos aparecían sobre todo su cuerpo.

Si se lo preguntaban, fue el peor sueño de su vida.

Cuando se despertó estaba sudando frío, su piel estaba pálida y la herida de su cuello dolia y ardia como nunca.

La puerta de su habitación fue tocada y por ella entro lisa, una de las chicas de la servidumbre,en sus manos traía una bandeja con un plato de sopa junto con un vaso de jugo y dos pastillas.

—Buenas tardes joven Aiden, aquí le traigo su comida, debe comer algo hoy no desayuno y se fue a la cama sin comer, su padre y hermanos estaban preocupados, recuerde que la doctora le dijo que debía comer y tomar sus medicamentos para curarse con más rapidez— la chica dejo la bandeja en la mesita de noche— cuando termine por favor tomé un baño, su padre quiere verlo— la puerta se cerro y un silencio reino en la habitación.

Miro la comida y su estómago solto un gruñido reclamando alimento, tal vez comer le vendría bien, si iba a hablar con su papá mínimo debía estar despierto.

Miro la comida y su estómago solto un gruñido reclamando alimento, tal vez comer le vendría bien, si iba a hablar con su papá mínimo debía estar despierto

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⏰ Última actualización: Oct 16 ⏰

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𝐂𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐜𝐚𝐫𝐦í𝐧-𝐀𝐁𝐃𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora