Buenos ratos

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Me desperté un día después.
Estaba fría la habitación, no respiraba sola, tenía solución xxxx, una bata de esas tétricas de enfermo de película y una cobija que apenas me cubría los pies. Al lado de mi camilla estaba mi mamá llorando, al otro lado dos emfermeras tomándome la tensión y al frente un televisor como para hormigas (super pequeño) donde estaba puesto un canal de bebés.
Cuando me desperté creí que lo que había pasado con ___ había sido un sueño, pero eso se me fue de la cabeza y comencé a sentir miedo, ¿que hacía yo ahí?
Me costaba modular, aunque mi cerebro estaba en perfecto estado y tenía en mente las palabras para decir pero se me enredaba la lengua, estaba un poco débil y no tenía apetito. Me explicaron todo lo que pasó pero no se explicaban por qué pasó, yo seguía um poco asustada pero al rato me bañaron con agua tibia y me calmé un poco, a pesar de que llevaba un día entero desmayada estaba agotada y dormí un rato.

Me desperté y miré a mi lado izquierdo, había alguien sentado al lado de mi, con sus brazos y cabeza en la camilla como en posición de descanso, era una cabeza que donde estuviera reconocería. Era él, con un ramo de rosas blancas en las piernas, estaba dormido, esperando a que yo despertara, le acaricié la cabeza y la subió. - hola tonto - le dije apenas pudiendo hablar - hola enferma - dijo con voz de sueño. Me puso las flores al lado de mi y me explicó que de repente me desmayé y que estaban esperando algunos resultados de examenes para ver qué tenía exactamemte. - o tal vez te emocionaste tanto con ese beso que te dio un ataque - dijo el muy imbécil. Si pasó, no fue un sueño! - besas tan horrible que no me quedó de otra que desmayarme - le respondí, se rió super sexy y me besó la mano, era otro momento que no quería que se terminara

Cómo es posible que éste niño me volvió loca siempre y después de no haberme querido y haberme usado está así conmigo

Se me salió una lagrima. Si, fue algo cursi y ridículo, pero lo entenderán sólo las personas enamoradas. No podía creerlo, si algo me pasara la última persona que me pasaría por la mente que le importaría cómo estoy es él, y aquí está, aprendiendo a quererme

Nos quedamos un rato mirándonos, y ahí nos dimos cuenta que ya nuestras vidas estaban tan enredadas como mis audífonos cuando los dejo en la cartera, y yo seriamente no eataba dispuesta a desatarlo, a separarlo de mi.

No supe alejarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora