Jungkook es un omega lindo y cariñoso, mientras que Jimin es lo contrario, el es un alfa de carácter fuerte y no demuestra fácilmente sus sentimientos.
Pero, qué pasará cuando se cruce en su camino ese omega tan lindo.
Le pondrá de cabeza su mundo...
Eran las seis de la mañana cuando sonó mi alarma indicando que ya debía despertar.Hoy era lunes y tenía que ir a la universidad, hobi me pasaría a traer, así que me bañe,me puse mi ropa, arregle mi cama y baje a desayunar.
Hoy estaba muy feliz,porque mi padre llegaría en la noche después de tantos días sin verlo.
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Después de desayunar me lave los dientes, prepare mi mochila y le di comidita a mi conejita. Escuche mi celular vibrar, así que lo cheque.
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Guarde mi celular después de contestarle, agarre mi mochila y me despedí de mi madre con un abrazo.
Solo pasaron tres cortos minutos cuando a lo lejos ya podía ver el carro de mi Hobi.
—Holaa kook!! que lindo te ves cariño–dice Hoseok con una sonrisa en el rostro. —Vamos, sube, si no se nos hará tarde cariño.
—Holaa Hobi, gracias,tu también te ves lindo y radiante, si, claro, vámonos–dicho esto, dieron rumbo a la escuela.
Era una mañana demasiado tranquila y el clima era agradable, el viento soplaba en su cara mientras el carro avanzaba, realmente hoy sería un día demasiado bueno, pensaba Jungkook.
Al llegar a la escuela ambos chicos bajaron del auto después de estacionarlo, las miradas siempre estaban en ellos y como no, si eran los omegas más bonitos, lindos, amables, también eran buenos estudiantes y simpáticos a la vista de casi todos los estudiantes y digo casi, porque siempre habrán personas que no les caigas bien aunque tu jamás les hubieras hecho nada.
Al entrar a su salón se acomodaron en sus bancas, una al lado de la otra. Mientras esperaban a que los demás alumnos llegaran al igual que el profesor, estuvieron platicando animadamente de cualquier cosa que se les ocurriera.
Sonó el timbre,dando inicio a las clases. Todo transcurrió con normalidad, esa mañana hicieron unas galletas de diferentes frutas, que por cierto les quedaron súper ricas.
Ya solo faltaban unos cuantos minutos para su hora de descanso, minutos en los cuales limpiaron los utensilios que habían ocupado y guardando las galletas que hicieron en unas caja para que se las puedan llevar al final de la clase.
