Pasaron el resto de la tarde hablando en la cafetería, y poco a poco, la atmósfera relajada del lugar hizo que Valery se sintiera más a gusto. Jake había pedido un par de cafés negros, y el aroma cálido y reconfortante llenaba el pequeño espacio en el que estaban sentados. La cafetería tenía un ambiente acogedor, con paredes de ladrillo visto, estanterías llenas de libros antiguos y una suave música de fondo que apenas se notaba, pero que aportaba un toque de serenidad.
Mientras hablaban, Valery notó que Jake era sorprendentemente fácil de leer. A pesar de su aura de confianza y de su evidente atractivo, había algo en su forma de conversar que era auténtico y abierto. No intentaba impresionar, ni parecía que estuviera buscando ganar algo de ella; simplemente estaba interesado en conocerla. Eso, en sí mismo, era refrescante.
—Entonces, ¿cómo decidiste unirte al club paranormal? —preguntó Valery mientras removía su café con la cuchara, creando pequeños remolinos en la superficie del líquido oscuro.
Jake sonrió, un gesto que suavizó las líneas de su rostro, dándole un aire casi aniñado.
—Supongo que siempre me han fascinado las cosas que no tienen una explicación sencilla —respondió, apoyándose en el respaldo de la silla—. La ciencia es genial y todo eso, pero hay tantas cosas que no podemos explicar con simples ecuaciones o teorías. El club me dio la oportunidad de explorar esos misterios con otras personas que piensan de manera similar.
Valery asintió, comprendiendo su punto de vista. Ella misma había empezado a interesarse por lo paranormal no porque creyera fervientemente en ello, sino porque le intrigaba la idea de que hubiera más en el mundo de lo que se podía ver a simple vista.
—Y parece que te llevas muy bien con Crystal —dijo Valery, tratando de sonar casual mientras observaba su reacción.
Jake levantó una ceja, como si no hubiera esperado la pregunta, pero no se inmutó. En lugar de eso, su sonrisa se mantuvo en su lugar. Al ver esa reacción Valery deseó que la tierra la tragase.
—Crystal y yo nos conocemos desde hace un tiempo —admitió—. Nos encontramos en una conferencia sobre energías alternativas hace un par de años. Fue una de esas conexiones instantáneas, ya sabes, cuando simplemente entiendes a alguien. Pero no es nada más que una buena amistad. Ella es increíble en lo que hace, pero nuestros intereses son distintos en muchos aspectos.
Valery no pudo evitar sentir un ligero alivio al escuchar eso. Aunque Crystal seguía siendo una figura imponente a su manera, la aclaración de Jake la hizo sentir que tal vez había interpretado mal la situación. Sin embargo, una pequeña parte de ella aún se preguntaba si realmente era así de simple.
—Entiendo —respondió Valery, con una sonrisa genuina—. Creo que Crystal intimida un poco al principio, pero parece que tiene buenas intenciones.
Jake asintió, tomando un sorbo de su café antes de responder.
—Sí, es alguien muy comprometido con lo que cree. A veces puede parecer un poco... intensa, pero su corazón está en el lugar correcto. Creo que a ti te irá bien en el club. Tienes una mente abierta, y eso es lo más importante.
Valery agradeció el cumplido con una sonrisa. Pasaron a hablar de temas más ligeros, desde películas hasta libros que les gustaban, y Valery descubrió que tenían más en común de lo que esperaba. Jake tenía un sentido del humor sutil, y a menudo, Valery se encontraba riendo ante sus observaciones ingeniosas.
A medida que avanzaba la conversación, la cafetería comenzó a llenarse un poco más, pero ellos estaban en su propio pequeño mundo, ajenos al resto. Valery se dio cuenta de que Jake no solo era interesante, sino que también la hacía sentir interesante a ella. No era algo que hubiera experimentado mucho antes, y le gustaba cómo se sentía.
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PARA-NORMAL CLUB
RomanceValery nunca imaginó que un retraso en su ingreso a la universidad cambiaría su vida por completo. Recién llegada a la capital, se enfrenta a la ansiedad de empezar tarde, unos padres demasiado preocupados y una residencia llena de extraños. Pero lo...