Parte 17

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Si más jungkook abrió la habitación donde estaba taehyung y empezó a curarle sus heridas sin importarle que este llorara o se quejara de que fuera más suave o delicado

Taehyung se sorprendió al ver a Jungkook entrar en la habitación con una expresión de preocupación en su rostro. No esperaba que Jungkook se preocupara por sus heridas, especialmente después de todo lo que había pasado.

Jungkook se acercó a Taehyung y comenzó a curarle las heridas sin decir una palabra. Taehyung se sintió incómodo con el contacto, pero no podía negar que Jungkook era hábil y suave en su manera de curar.

"Ay", dijo Taehyung, cuando Jungkook tocó una herida particularmente sensible. "Ten cuidado".

Jungkook no respondió, pero su expresión se suavizó un poco. Continuó curando a Taehyung con una concentración total, como si no hubiera nada más importante en ese momento.

Taehyung se sintió confundido por la actitud de Jungkook. ¿Por qué se preocupaba por sus heridas después de todo lo que había pasado? ¿Por qué se mostraba suave y cuidadoso con él?

Pero no tuvo tiempo de pensar más en eso, porque Jungkook terminó de curarle las heridas y se levantó, mirándolo con una expresión que Taehyung no pudo descifrar.

"Gracias", dijo Taehyung, sin saber qué más decir.

Jungkook no respondió, solo se dio la vuelta y salió de la habitación, dejando a Taehyung.

"No creas que haberte curado significa que te dejaré libre, no confundas las cosas niño", dijo jungkook fuera de la habitación donde encerro a taehyung

Taehyung se sintió triste. Había esperado que, después de curarle las heridas, Jungkook mostrara algún signo de debilidad o compasión. Pero en su lugar, Jungkook parecía más decidido que nunca a mantenerlo prisionero.

"No te equivoques", continuó Jungkook. "Sigues siendo mi prisionero, y seguirás siendo mío hasta que yo decida lo contrario. No te hagas ilusiones, Taehyung. No te dejaré ir".

Taehyung se sintió una ola de desesperación.

"Pero... ¿por qué?", preguntó Taehyung, sabiendo que era inútil, pero necesitando saber.

Jungkook se rió. "No te preocupes por eso", dijo. "Simplemente acepta tu destino, Taehyung.

Taehyung se sorprendió a sí mismo sintiendo un extraño hormigueo en el estómago al escuchar la voz de Jungkook. Fue un sentimiento fugaz, pero lo suficientemente intenso como para que Taehyung se diera cuenta de que algo en su interior había reaccionado a la presencia de Jungkook.

"No, no, no", se dijo a sí mismo, tratando de sacudirse la sensación. "No puedo sentir nada por él. Es mi captor, mi enemigo".

Pero el sentimiento persistió, como una sombra en el fondo de su mente. Taehyung se sintió confundido y asustado. ¿Por qué estaba sintiendo eso? ¿Por qué su cuerpo reaccionaba de esa manera a la presencia de Jungkook?

Trató de concentrarse en su odio hacia Jungkook, en su deseo de escapar y vengarse. Pero la sensación persistió, como un recordatorio de que algo en su interior estaba cambiando.

Más tarde

Taehyung se dejó caer en el suelo, exhausto y derrotado. Había luchado durante horas para que Jungkook le abriera la puerta, pero no había logrado nada. La habitación parecía cerrarse sobre él, como una prisión sin salida.

Se cubrió el rostro con las manos y se permitió un momento de debilidad.

Mientras yacía allí, escuchó el sonido de la puerta al abrirse. Jungkook entró en la habitación, seguido por un sirviente que llevaba una bandeja con comida.

La sombra del pintor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora