Parte XII - Pedro

2 2 2
                                    

Eres como el sol
Cálido y brindas calor
A mi frío interior.
Tus ojos brillan cuales rayos e iluminan
Todo mi día,
Toda mi vida

Es fácil hablar con vos,
También son fáciles los silencios.
No necesitamos hablarnos
Para entendernos.
Simplemente, nos conocemos

Por eso no puedo entender,
Cómo no me ves,
Cómo no ves lo mucho que me dolés.
Duele verte siendo feliz con ella,
Como si yo ya no estuviera.
¿Así será cuando me vaya?

No quiero seguir sufriendo,
Cada día respiro menos.
Cada día duele más
El no poder amarte con libertad;
El tener que mirar
Como la amas sin dudar

Pedro, Pedro, Pedro,
Solo deseo que me quieras contigo.
Es absurdo, lo sé, pero...
No puedo.
Ya no lo tolero.
Detesto no tenerte a mi lado,
Detesto haberte lastimado

Tengo que decírtelo,
Estas flores negras me obligan a hacerlo.
No quiero,
Pero Pedro...
Ya no puedo.

No sé qué vayas a decir.
"Aléjate de mi"
Es lo que más temo oír.
"Yo no te quiero a ti"
Es lo que no quiero escucharte decir.
Sin embargo, debo dejarlo ir

Estoy aterrado,
Pero puede ser la solución
Para acabar ya con mi dolor.
Para por fin poder decirle adiós
Y vivir mi vida, seguramente sin vos

Ojalá pudieses amarme,
Aunque lo veo poco probable.
Solo espero que no me odies,
Porque escucharte decirlo
Va a ser peor
Que cualquier dolor
Producido por este amor no correspondido

Dime, Pedro,
¿Qué hago con estos sentimientos?

Las rosas negras de mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora