La discusión seguía intensificándose en la sala cuando, de repente, la puerta de la habitación de Hazan se abrió de golpe. Todos se voltearon, sorprendidos, al ver a Hazan de pie en el umbral. Su rostro estaba pálido, y aunque se notaba que aún no se había recuperado del todo, había una determinación feroz en sus ojos.Yagiz, quien había intentado detenerla al verla agarrar una jeringa de color negro, se quedó congelado en su lugar cuando Hazan rápidamente se inyectó en el cuello. Era adrenalina. El dolor la hizo temblar, y por un momento pareció que iba a colapsar de nuevo, pero la mezcla de desesperación y resolución la mantuvo en pie.
Mientras Hazan se aplicaba la jeringa de color negro en el cuello, Yagiz sintió que su corazón se detenía por un instante. Su mente se llenó de preguntas y preocupación, mientras la observaba con ojos muy abiertos.
Pensamientos :*"¿Cómo consiguió eso?"* se preguntó, una mezcla de miedo y desconcierto inundando su mente. La imagen de Hazan, que apenas había recuperado algo de color, inyectándose una sustancia tan peligrosa, lo dejó atónito. ¿Cuánto había sufrido para llegar al punto de tener algo así a su disposición? ¿Qué otras cosas había hecho para sobrevivir?
Yagiz se dio cuenta de que había mucho que desconocía sobre ella, sobre su pasado, sobre las medidas desesperadas que había tomado para llegar hasta aquí. *"¿Qué más ha tenido que hacer? ¿Qué tanto le ha costado sobrevivir?"* pensaba con una mezcla de dolor y culpa.
No podía quitarse de la cabeza la imagen de Hazan peleando en clandestinidad, cantando en bares oscuros, corriendo en carreras ilegales, y ahora, inyectándose adrenalina como si fuera su última esperanza. La realidad de su vida anterior lo golpeó con fuerza. *"He sido un idiota… No tenía ni idea de lo fuerte que es, ni de lo que ha tenido que soportar."*
El remordimiento lo invadió. Su mente volvía una y otra vez a ese momento en el que él, cegado por la mentira de su hermano, le había lanzado dinero en la cara, tratándola como esos hombres a los que tanto despreciaba. *"Yo también la herí… Yo también la subestimé."*
Y ahora, viendo cómo Hazan se levantaba, decidida a seguir adelante a pesar del dolor y el peligro, Yagiz entendió que había mucho más en ella de lo que había imaginado. Era una mujer que había luchado por cada centímetro de su vida, que había sobrevivido a situaciones que él apenas podía empezar a comprender.
*"No la merezco…"* pensó por un instante, antes de apartar ese pensamiento de su mente. No se trataba de merecerla o no, sino de apoyarla y estar a su altura. Yagiz se dio cuenta de que, si quería estar a su lado, tendría que dejar atrás sus propios miedos y dudas. Tenía que ser fuerte, no solo por ella, sino también por él mismo.
*"Hazan…"* pensó, observándola mientras se dirigía a la sala para tomar el control de la situación, *"haré lo que sea necesario para estar contigo, para apoyarte en todo. No te dejaré sola nunca más."*
— *¡Hazan, no!* —exclamó Yagiz, estirando una mano para detenerla, pero ella ya había terminado.
Hazan apretó los dientes mientras el dolor la atravesaba. Sabía que lo que hacía no era seguro, pero no podía permitirse el lujo de quedarse postrada mientras todo se desmoronaba a su alrededor. Respiró hondo, sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a recorrer su cuerpo, dándole una fuerza temporal que necesitaba desesperadamente.
Se enderezó, con una mirada firme y autoritaria, y caminó hacia la sala, donde sus amigos estaban paralizados por la sorpresa y el miedo. Su presencia impuso un silencio inmediato.
— *¡Basta!* —dijo, con una voz que no admitía réplica. — *No tengo tiempo para esto. Los necesito a todos concentrados si vamos a llevar a cabo el plan.*
Sus amigos la miraron, aún sorprendidos por su repentina aparición y por el evidente sufrimiento que estaba soportando. Yagiz, incapaz de apartar la mirada, sintió una mezcla de admiración y miedo al verla tan resuelta, pero también tan vulnerable.
Hazan continuó, sin titubear:
— *Lo que pasó, ya pasó. No podemos cambiar el pasado, pero podemos controlar lo que hacemos a partir de ahora.* —Hizo una pausa, mirando a cada uno de ellos a los ojos. — *Necesito que estén conmigo en esto, todos ustedes. Si realmente se preocupan por mí, dejen las peleas y enfoquémonos en lo que viene. Tenemos que estar unidos, o nada de esto valdrá la pena.*
El peso de sus palabras cayó sobre todos como una losa. Los murmullos de disculpa y las promesas de apoyo comenzaron a reemplazar la tensión anterior. Hazan, aunque debilitada por la experiencia reciente, proyectaba una fuerza interior que los inspiraba a seguir adelante.
Yagiz, acercándose a ella, susurró con preocupación:
— *No deberías estar haciendo esto…*
Hazan le sostuvo la mirada, la dureza en su rostro suavizándose solo un poco.
— *No puedo permitirme otra opción, Yagiz.* —dijo en voz baja, pero firme. — *Esto es necesario.*
Yagiz asintió, aunque su corazón estaba dividido entre la preocupación por su bienestar y el respeto por su determinación. Sabía que, a partir de ese momento, no podría detenerla, y tendría que apoyarla con todo lo que tuviera.
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CAMINO DE SANGRE Y ROSAS
FanficLa trama gira en torno a Hazan, una mujer poderosa que desde los cinco años fue elegida como líder del Clan Yenco en Mardin, y a los diez años, tras la muerte de su padre, se convirtió en la Emperatriz del clan bajo la protección y guía de su tío, E...