Naruto l'amant interdimensionnel

Naruto x Tsunade

—¿Mocoso?

Tsunade tuvo que luchar para recuperar el aliento mientras él se alejaba, observando cómo el collar de su abuelo se balanceaba hacia atrás y aterrizaba en su pecho cubierto de suéter. Sus ojos brillaron bajo los focos mientras le mostraba una sonrisa brillante, una que hizo que su corazón diera un vuelco, una que le decía que ella no era su baa-chan en ese momento.

Una sonrisa se curvó en sus labios mientras la mujer gritaba su nombre, frotándose los ojos mientras sostenía abierta la puerta de su habitación con un pie. "Oye, baa-chan. Solo quiero...

—No —dijo Naruto, cortando la perorata de la mujer, con la diversión dibujada en su rostro—. Luego abrió un libro encuadernado en cuero de su muñeca, con las palabras "Tales of a Gutsy Ninja" grabadas en la portada en grandes letras en negrita. "Estoy reescribiendo este libro para honrar a Jiraiya-sensei. Esta va a ser la primera vez que me enfrento a un proyecto literario, así que quería conocer su opinión sobre algunas cosas".

Sin llegar a terminar su frase, estaba siendo asfixiado con el par de tetas más grandes que el mundo shinobi tiene para ofrecer. Él respiraba en el valle de sus pechos mientras ella lo apretaba para salvar su vida antes de finalmente soltarlo. Ahora la estaba bebiendo como el buen vino que ella era. Sus cabellos rubios y desordenados enmarcaban su rostro, sus ojos color avellana parecían el más cremoso de los chocolates con leche.

—Nada y todo —dijo el adulto bigotudo, con una suave sonrisa en los labios, una sonrisa que ella reflejó—. "Solía enojarme mucho con él por decirme esa mierda todo el tiempo".

Debido a que llevaba puesta una bata de seda, y no estaba destinada a una mujer voluptuosa como ella, se amoldaba perfectamente al suave contorno de sus tetas gigantescas. Además, la túnica tenía un dobladillo no tan recatado y sus brazos, al estar tan juntos, empujaban los montículos, dando lugar a un magnífico escote. Bajando la mirada, salivaba por lo bien que la prenda acentuaba sus idílicas caderas de MILF que reforzaban un hermoso trasero de burbuja que había tenido el placer de ver balancearse de un lado a otro cada vez que ella se alejaba de él. Sus largas y delgadas piernas también se destacaban cuando la bata terminaba en la mitad de sus muslos.

El legendario médico asintió, sabiendo exactamente de lo que estaba hablando. Cómo uno puede no hacer absolutamente nada y sin embargo sentir que ha ido a la luna y ha vuelto. Era exactamente igual a lo que sintió cuando él la besó en la frente. Fue solo un beso, pero hizo que su corazón quisiera saltar fuera de su pecho.

Realmente avergonzó a kunoichi con su belleza etérea.

Durante los siguientes diez minutos, quince, veinte, treinta, cuarenta... Ella se limitó a mirarlo, sus ojos seguían su hermoso rostro, aferrándose a cada palabra mientras él le revelaba, con tanta pasión, la historia de un niño de cabello rubio que hacía la transición a la edad adulta bajo la guía de su maestro. Él estaba derramando su corazón sangrante hacia ella.

"¿Dónde demonios has estado?" siseó el Hokage. —Despegaste sin avisar

La brisa que los azotaba, los animales arriba y abajo, el parloteo a lo lejos, no podía oír nada de eso. Se quitó la prenda de los hombros, mientras sus palabras la calentaban, la llevó a su alrededor, preparándose para devolvérsela. Fue entonces cuando su olor fue transportado por el aire e invadió su sentido del olfato. Algo grave le estaba pasando, y ella sabía lo que era, simplemente no quería creer que estaba enamorada de él.

—Me gustaría disculparme —interrumpió Naruto—. "Estaba tan emocionado después de enterarme de la muerte de Jiraiya-sensei que te culpé e insulté, a pesar de que no tuviste nada que ver con eso. Estabas sufriendo tanto como yo —levantó una mano cuando vio que ella abría la boca—. "Sé que te das cuenta de que dije esas palabras en el calor del momento, pero espero que puedas encontrar en tu corazón el deseo de perdonarme".