Julieta

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La vida puede llegar a ser muy injusta en ocasiones, cuando tus poderes ocultan una historia oscura que define tu futuro para siempre. Hola, soy Julieta y este es mi destino.

En mi pueblo siempre ha existido una leyenda, que contaba la historia de dos espíritus:

Maya era un espíritu de noche y oscuridad que invadió nuestro hogar, pero otro espíritu de día y luz llamada Alisa llegó a defendernos, hubo una gran guerra entre ambos, ninguno ganó la batalla, pasaron unos cuantos años hasta que ambos desaparecieron misteriosamente, pero hay quienes dicen que los espíritus traspasaron su poder a dos personas, y éstas deberán continuar la batalla que los espíritus no lograron terminar.

Es extraño, porque cualquier niño estaría encantado de poder tener poderes y que su animal ayudante sea un Pegaso, pero yo no lo estaba, porque en nuestro reino no era común que la gente tuviera poderes. Yo con mi hermanita Clara fuimos la excepción. Yo tenía los poderes de Maya, yo era noche, oscuridad y miedo. En cambio Clara era todo lo contrario, día, luz y alegría. Para mí fue como una maldición, nadie quería estar cerca de mí, todos me tenían miedo, cada vez que me acercaba a un niño éste se ponía a llorar. Pero para mi hermana fue un don, todos la adoraban, la querían y la apreciaban.

A pesar de que a mí me odiaban y a ella la amaban. No le tenía rencor, porque sabía que no había sido nuestra elección tener poderes, pero aun así me sentía mal, la única persona que no me juzgaba ni me temía era Nadia mi mejor amiga. Y en cuanto a mis padres, desde que supieron que yo era el espíritu del mal su relación conmigo cambió para siempre, no me querían como antes, no hablaban mucho conmigo, y siempre que podían me evitaban.

Tenía ganas de gritar que quería ser una chica común, que deseaba no tener nada que ver con esa estúpida leyenda, que no era mi culpa ser como era, y que a pesar de todo lo que decían de mí era una buena niña. Tenía 9 años cuando mis poderes florecieron. Aún era una niña, pero a nadie le importó, era la reencarnación de Maya y eso era lo único que veían en mí... Un monstruo cuyo destino era destruir todo lo que estuviera a su alrededor.

Y al final ¿Qué fue lo que pasó? Claro... todos habían entendido mal la leyenda, porque después de todo, las personas creen lo que quieren. Porque lo más lógico es que la oscuridad sea malvada y la luz sea la heroína, porque ¿Quién no tiene miedo de estar solo en la noche? Exacto, nadie. Pero no era así, y jamás lo fue. La verdadera villana siempre fue Alisa, el espíritu del día, es decir Clara, mi hermana... No yo. ¿Y acaso a alguien le interesó eso? No. Porque cuando algo así sucede, algo que no entienden, que no saben cómo explicar lo único que saben hacer es buscar una excusa creíble como: "Todos cometen equivocaciones".

Nadie jamás me dio las gracias (a excepción de Nadia claro) por detener la maldad que Clara tenía contenida en su interior, yo no esperaba que me hicieran un desfile por salvarlos de la ira de mi hermana, tan solo esperaba que dejaran de tratarme como si fuera un peligro andante. ¿Y qué fue lo que hicieron? Nada, siguieron con sus vidas como antes, las miradas de furia hacia mí se acabaron, pero seguían sin tratarme como si fuera alguien normal, porque a sus ojos nunca lo sería y lo tenía muy presente. Me dolía, porque luché por ellos, peleé contra mi hermana por ellos, destruí unas cuantas casas para rescatar todo lo demás.

Pero una vez que te ven como una amenaza lo harán para siempre, porque creen que fue un error, algo que no debió haber pasado. No soy mala, nunca lo he sido y jamás lo seré, pero la gente ve sólo lo que desea mirar, no lo que uno es en realidad.

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