Capítulo Cuatro

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Un mes pasó volando. Jin cursaba su primer año de secundaria. Su día a día era una rutina sin fin.

Se levantaba por las mañanas para preparar el desayuno, tanto el suyo como el de su esposo. Luego, su esposo le haría el favor de llevarlo a la escuela, donde se reuniría con Jimin y Jungkook, quienes estudiaban allí también. Pasaba parte del día en la escuela, para luego regresar a la casa y encargarse de los quehaceres del hogar. Al final del día, cocinaba la cena para su esposo, lo recibía y, después de cenar, subía a su habitación. Finalmente, leía un poco y jugaba a escondidas un poco antes de dormir temprano.

Un ciclo sin fin.

Jin no se quejaba; sabía que esa era la vida que le había tocado vivir, y estaba agradecido por ello.

Afortunadamente, su amistad con Jimin y Jungkook estaba mejor que nunca. Siempre se divertían juntos y lo acompañaban en todo momento. Jin valoraba profundamente su compañía, ya que no tenía más amigos. Su timidez le dificultaba acercarse a otras personas.

Todo estaba bien en su vida, después de mucho tiempo, sentía paz.

*****

Y en un abrir y cerrar de ojos, llegó el cumpleaños de Jungkook. El chico había estado planeando una pijamada amistosa con Jin, Jimin y algunos amigos. Había estado emocionado durante semanas, soñando con una noche llena de películas, juegos y risas.

Sin embargo, había un obstáculo.

Jin.

Ya estaba casado, y eso complicaba las cosas para los amigos.

Jungkook sabía que convencer a Taehyung, el esposo de su mejor amigo, no sería fácil. Después de varios intentos fallidos, se armó de valor para intentarlo una vez más, justo el mismo día de su cumpleaños.

Esta sería su quinta vez rogándole, aunque sería negativo, su terquedad era más fuerte que otra cosa.

Así que, decidido y algo nervioso, Jungkook se dirigió a la casa de Jin.

Grande fue su sorpresa cuando encontró a Taehyung en la puerta, rara vez atendía él, pero es como si el mayor ya supiera quién era y que quería.

—¡Señor Taehyung! —Exclamó Jungkook, sonriendo mientras hacía una torpe reverencia—. ¿Podría hablar con usted un momento, por favor? Es... es importante.

Jungkook no mentiría si dijera que le tiene miedo al mayor, siempre está serio y lo intimida mucho, más de lo que quisiera aceptar.

Aunque la verdad era que Jungkook le tenía miedo a todos los adultos.

Taehyung levantó una ceja, cruzando los brazos sobre el pecho, ya sabiendo a qué venía el joven frente a él.

—Jungkook, no tienes que ser tan formal. Llámame Taehyung.

—¡Oh no, no puedo hacer eso! —Respondió agitando las manos—. Es por respeto... ya sabes, porque usted... eh, digo, tú, eres, bueno, el esposo de Jin y... pues...

Taehyung lo observó en silencio, sabiendo que Jungkook tenía algún tipo de temor por el, dio un paso adelante.

—Jungkook, te dije que solo me llames Taehyung —Dijo con un tono bajo pero firme.

Jungkook tragó saliva y asintió frenéticamente, dando un pequeño paso hacia atrás con temor del hombre frente a él.

—¡Está bien, está bien! Taehyung... solo Taehyung... ¡Claro, eso es lo que dije! —Dijo nerviosamente—. Eh, bueno... Taehyung, como te decía, es que... bueno... hoy es... ya sabes, mi cumpleaños y, bueno, pensé... eh, en la pijamada, Jin y Jimin van a estar ahí y... ¡oh, también vamos a tener mucha pizza! Y... ¿ya mencioné las películas?... ¡y todas son buenas! No como esas aburridas, sino las divertidas, esas que hacen que uno se ría hasta que... eh, bueno, ¿a quién no le gustan las películas?

The Other Man <<Taejin>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora