No había otra palabra para describir a Stanford: él era un genio, una de las personas más increíbles e inteligentes que existían (o eso era lo que decían todos en el pueblo, además de decir que era raro por sus seis dedos). Llevaba un par de años viviendo en el Reino Gravity Falls y sus investigaciones no iban nada mal. Bueno, eso también era gracias a su mejor amigo y ayudante, Fiddleford.
Sin embargo, llegó un punto en el que la mente de Ford se estancó, se perdió, estaba confundido. No tenía idea de cómo seguir su investigación, algo le faltaba.
—¿Qué pasa, Ford? Llevas más de diez minutos en esa ecuación.
Mcgucket se acercó al escritorio en el que estaba trabajando el de lentes y agarró la hoja casi en blanco en la que supuestamente Ford estaba resolviendo la ecuación. La analizó por unos segundos y fue más sencillo para él resolverla.
—Solo tenías que hacer esto—Fiddleford volvió a poner la hoja en el escritorio y empezó a rayar la hoja para mostrarle a Stan lo que había hecho—Y luego tenías que usar este resultado para juntarlo con esto y luego obtener el resultado final.
El sótano del de seis dedos quedó en completo silencio: Ford estaba metido en su propio mundo, analizando todo a su alrededor, intentando buscar más respuestas, un nuevo sentido a la investigación.
Fiddleford soltó un suspiro pesado al notar que Stanford ni siquiera le había prestado ni un poco de atención a su explicación. Algo estaba sucediendo, eso no era normal.
—Stanford, ¿qué pasa?—Volvió a preguntar—Estás distraído, ni siquiera escuchaste mi explicación—Lo regañó un poco, para llamar su atención.
En ese instante, el nombrado volvió a la realidad y notó la mirada de preocupación que su amigo tenía sobre él, eso le hizo sentir como un idiota, ¿Que estaba haciendo? ¿En qué estaba pensando? ¿Por qué de repente nada parecía tener sentido para él?
Bueno, tal vez alguien estaba jugando con los lazos de su destino a sus espaldas.
—Ya no le veo sentido a esto, Fiddleford—Se levantó de su silla y llevó una mano a su cabeza, frustrado—¿Qué pasará cuando ya no tengamos más monstruos o anomalías? ¿De donde sacaremos más cosas para investigar? Nada es eterno, solo la muerte.
Llevaba alrededor de tres días en ese Estado: sin ideas, sin inspiración, pensando en todo lo malo que podría suceder, en qué pasaría si la investigación no terminase bien, en qué pasaría si simplemente ya no veían más anomalías. Si lo último sucediera, los Reyes no financiarían más su investigación y simplemente…
—Stanford, cálmate, ¿si?—El hombre le dio unos suaves golpes en la espalda de Pines, siendo un buen amigo—Creo que necesitas salir y dejar de pensar en todo esto un rato, te ves bastante estresado. Sé que hay cosas que pueden salir mal, pero puedo crear algún artefacto que nos ayude—Como siempre, ahí estaba Fiddleford para calmar su vida y su alma.
—Gracias, McGucket. Creo que tienes razón, tal vez eso ayude.
Cuando Fiddleford se fue de su hogar, Standford se lanzó al sofá y se quedó mirando al techo fijamente por unos segundos, intentando maquinar nuevas ideas, propuestas, más planes…
Pero sólo terminó con un fuerte dolor de cabeza apoderándose de él, sentía como si dos manos estuviesen golpeando su cabeza sin descanso. Se comenzó a sentir aún más extraño, no se sentía como él.
Estaba al borde de la locura definitivamente, pero tal vez algo o alguien podría sacarlo de ahí y salvarlo, o más bien, hundirlo aún más
El prólogo es corto, pero los próximos capítulos ya serán más largos. Este es mi primer fic de esta pareja, espero que les guste y son libres de comentar lo que sea 😼✨
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El Reino de la traición [BillFord]
FanfictionStanford es un científico, un genio que ama lo nuevo y lo extraño, pero pierde inspiración y sus investigaciones se ven afectadas. Bill Cipher es el príncipe heredero de un Reino lejano a Gravity Falls que está muy interesado en investigar el lado...