Capitulo 2:

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Mis uñas ya estaban apunto de quebrarse de tanto golpetearlas en la mesa. Nervios, sentía muchos nervios. No sé como me dejé convencer, pero ahí estaba yo, sentada, esperando a un chico que lo último que recuerdo de él son momentos fugaces de él intentando llevarme a la cama en una noche de borrachera.

La verdad no es que tuviera miedo, al contrario, nunca tuve miedo a nada relacionado a las citas, siempre me sentí segura porque cuando aceptaba una era porque realmente me atraía el chavo y joder que era verdad que ese tío era guapo.

Si lo pensábamos bien era tan estúpido estar aquí esperando a un tío que apenas sé su nombre de usuario de Youtube.

Pero Isma me dijo tantas cosas buenas de él que pensé que no tenía nada que perder.

"-Es un tío excelente, es un poco más alto que tú y es muy divertido. No te aburrirás guapa, aunque no sé que decirte en la cama -me dijo Ismael y rió-.

-¡Oh! Sus hijos serian tan lindos -me guiñó un ojo Ingrid-.

-¿Por qué? ¿Por qué él es lindo? Te recuerdo que tienes un novio con un rabo gigante aquí que no probaras si dices tonterías.

-Tu te lo pierde

Realmente no estaba segura, no me convencía del todo pero removí las ideas de mi cabeza y solo esperé.

Pero no llegó.

Así que ya esperando una hora me marché al edificio de mis queridos amigos.

-Hola, lunáticos -saludé riendo-

-Hola guapa... ¿Que haces aquí? ¿Tan mal salió la cita? -habló Ingrid preocupada-

Isma rió.

-Sexo rápido y para casa, no te tenía así _______.

Negué con la cabeza y agarré una gaseosa del refrigerador, me tiré en el sofá y me relajé. Joder tío, que día.

-No salió mal la cita Ingrid, porque no hubo cita -dije y me miraron confusos- Uf, chavales, que se les tiene que explicar todo. No fue el tal AuronPlay.

Ingrid abrió los ojos como platos y se tapó la boca.

-Joder, fijo que lo mató, cuando lo pillé lo mato _______, lo mato -escuché a Isma hablar furioso-.

Cerré los ojos mientras ellos discutían sobre la violencia, la insolencia y la pobre ________.

-¡Que se pudra! ¿Quien se cree que es, joder? Es mi amigo, claro que si Ingrid, pero no puede ser tan imbécil.

-Ya sabes que opinó de que amenaces con golpear, me parece muy idiota, así que cierra la boca o te la calló, ¿entendiste?

-Cállame lo que quieras, guapa.

Y me dormí antes de poder escuchar más, afortunadamente.

A la mañana siguiente desperté con unos gritos desde la sala. Me habían dejado durmiendo en la cama de Ingrid, ¡que monos! Me levanté y fui hasta el baño y me peine como pude. Entre abrí la puerta e intenté ver la sala. Estaban todos los pintamonas de los amigos de Ismael gritando por un partido y tomando cerveza así que corrí lo más rápido que pude hasta la cocina donde estaba Ingrid.

-Yo jamás dejaría a mi novio que hiciera eso, yo lo echaría de la casa -repliqué mientras agarraba una de las pocas cervezas que quedaban en el refrigerador-.

-Buenos días guapa -Ingrid rió- ¿Que quieres que le haga? Nuestras peleas siempre terminan en otras cosas...

-Joder tía, adiós -dije y caminé a la sala-

Me senté al lado de Isma sin preocuparme que todos sus amigos me quedarais viendo, tomé un trago de mi cerveza y empecé a ver el partido Barcelona contra Madrid.

-¿Cómo estais, bella durmiente? Ya era tiempo guapa,  son las cinco de la tarde -dijo Isma, abrazándome por los hombros-.

-Ustedes me dejaron dormir, deberíais ser más como mi madre y jalarme del cabello si no me despier...-el timbre me interrumpió-.

Isma me miró nervioso y yo extrañada.

-¡Debe ser Raul!

-Joder, el idiota de Auron debe de haberse atrasado a propósito joder, es que es el único al que no le gusta el fútbol.

Isma se paró y caminó hasta la puerta, y yo le seguí hasta el largo pasillo en el que el caminó este hasta la puerta y abrió.

Ahí se encontraba ese chico de la otra noche. Joder, que era guapo, era encantador.
Ismael lo agarró del cuello y los sacó a ambos afuera y cerró la puerta tras de él.

-Que no le grité, que no lo insulté, que no lo golpeé...-susurré para mi-.

Me quedé esperando unos segundos.

-¡Vale, lo siento! ¡Pero que te juró que fue un accidente! -escuché esa voz, que dos noches atrás me ofrecía un trago en esa tonta fiesta, gritar-.

-... Y no soportaré que seas imbécil con ella, ¿vale? ¡Si quieres empezar las relaciones de nuevo, estoy muy feliz por ti, pero si son solo de jugueteo búscate a otra chica! ¿Oíste?

Joder lo que quiero a Isma, es que es mi mejor amigo desde pequeños. Desde antes de ser Wismichu, de tener tantos amigos, de tener dinero, antes de todos los problemas donde la inocencia era pura de cojones y hasta el día de hoy después de todo seguimos siendo los mejores amigos. En las buenas y las malas, después de los cambios. Defendiéndonos en todo, hasta cuando no es necesario... como ahora.

Puedo defenderme sola, puedo encarar a algún chaval y dejarle las cosas en claro y más si es alguno de estos idiotas que juguetean con las mujeres, joder que es fácil dejarlos callados. Ambos entraron por la puerta en el momento que yo termine mi cerveza y empecé a caminar a la cocina.

-Llegó mi antigua cita -le mencioné a Ingrid mientras abría otra cerveza-.

-¿Raul?

-¿Así se llama? Supongo que si -dije y tomé un sorbo-.

-Bueno guapa, no te me hagas alcohólica igual que todos estos imbéciles. Creo que el único que no es alcohólico y toma de vez en cuando es... -dudo si hablar y la interrumpí riendo-.

-Déjadme adivinar, ¡Raul!

Ingrid rió nerviosa y me sonrió sin dientes, yo solo me subí a el mármol y me senté mientras disfrutaba mi cerveza.

-Hola, disculpa, me mandaron a buscar cerveza...

Joder, lo que me faltaba.

-Oh...-me miró y se acercó con un rostro inexpresable- Oye, discúlpame por lo de ayer, de verdad estaba tope con los vídeos y no te mentiré no me acordé hasta las doce de la noche.

-Oye, tío, no importa -reí y tome mi cerveza hasta que se terminó una vez más-.

-Eres muy linda, ¿vale? Fue incorrecto haber desaprovechado una cita contigo, guapa, así que si me das otra oportunidad...-lo interrumpí-.

-Joder, no necesitas adularme niño bonito, pásame otra cerveza y ve más despacio que acabo de despertar -le dije sobandome la cabeza-.

Abrió el refri y me pasó una cerveza, procurando que nuestras manos se tocaran. Me sonrió y yo elevé una ceja, a lo que se puso serio.

-Vale, lo entiendo, tal vez no quieras salir conmigo pero debes aceptar mis disculpas no quiero que tengas un mal ejemplo de mi, cuando hablamos el sábado me pareciste sumamente guapa -se acercó a mi- ¡Lo eres! Y lo siento, ¿vale? Esperó que lo consideres. Nos vemos.

Agarró uno de los kits de cerveza que habían en la heladera y salió de la cocina.

-Joder, que intenso, ¿y que le dirás?

Y antes de poder contestar, él volvió a hablar.

-E Ingrid, un gusto volver a verte -dijo y nos miro una ultima vez para luego marcharse-.

Un placer conocerte. (AuronPlay y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora