Mirror

Capítulo 4: El reflejo.

Desperté en el piso sintiendo un dolor de cabeza intenso. No recordaba qué había pasado después de desmayarme, pero sabía que algo estaba mal. Me levantó de el piso, miro por la ventana como los rayos de sol entran y como los pájaros cantan, me dirijo al baño para bañarme y pensar mejor que era toda esa situación extraña que me había pasado, me acercó al espejo que está en el baño, y entonces, vi algo que hizo que me paralizara.

Mi reflejo en el espejo no era el mismo. Mis ojos eran más oscuros y mi piel parecía más pálida. No lo voy a negar me sentí aterrorizada, sabiendo que algo había cambiado en mi.

De repente, el reflejo en el espejo comenzó a moverse por sí solo. Esto me asusto, vi cómo mi propio reflejo se estiraba y se contorsionaba, como si estuviera vivo, frente mis ojos.

Asustada, pregunto "¿Quién eres?", pero tratando de mantener la calma. El reflejo no respondió, pero seguía mirándome fijamente. Me se sentía atrapada, como si el espejo hubiera absorbido mi alma y lo que menos esperaba, pasó, el reflejo habló."Yo soy tú", dijo la voz. "O al menos, soy lo que tú podrías ser"

Me sentí aún más aterrorizada, sabia que algo maligno había tomado control de mi reflejo. Pregunte de nuevo "¿Qué quieres de mí?" "Quiero mostrarte la verdad", respondió el reflejo. "Quiero mostrarte lo que realmente eres", muy confundida sin saber porque decía eso, salgo del baño, sintiéndome de nuevo mareada, me siento en la cama, respiro profundamente tratando de calmarme de todo esto, me arreglo y me dirijo a la cocina para ver si hay algo de comida, afortunadamente si hay, después de desayunar, me dirijo a la casa de Emma, para hablar con mi mamá.

Al llegar a la casa de Emma, me recibe una chica de más o menos mi edad, con un parecido a Emma

-Hola- me dice ella

-Hola ¿está Emma?- le pregunte

-No, ella no está, pero ¿qué se te ofrece?

-Estoy quedándome unos días en la ultima casa de esta calle y no hay señal de teléfono, Emma me ofreció su casa para poder llamar a mi mamá

-¿Eres familia de la señora Fátima?- me pregunto 

-Sí, era mi tía abuela

-Oh ¡¿tú eres Alondra?! Entra, mamá me hablo de ti, no llegará dentro una hora- ¿mamá? Ahora  tenía sentido el parecido con Emma, llegue donde estaba el teléfono, llamando a mamá hasta que me responda

-Hola, hija ¿cómo te ha ido?- quise decirle lo que me había pasado, pero con miedo a que no me creyera, decidí no decirle

-Muy bien, la nueva casa es tranquila y muy bonita, dormí como un bebé- como un bebé con cólicos

-Me alegra, Alondra, ya pude lograr que me dieron permiso, iré este fin de semana- anuncia mamá y es como un alivio para mi, aunque tendría que esperar 3 días más a que llegara

-Ok, mamá, te veo el fin de semana-

-Adiós, Alondra nos vemos pronto-. Al terminar la llamada, me dirigí a la puerta, en eso salió la hija de Emma

-¿Te funcionó bien el teléfono?- me pregunto

-Sí, gracias

-Me llamó Samantha ¿y tú?

-Alondra

-Bonito nombre ¿y de donde vienes?

-De Ciudad Costera

-Esa  ciudad es muy linda, he ido a algunas de sus playas, es muy costera, pero muy calurosa

-Sí, aunque he vivido ahí toda mi vida, no me he acostumbrado a la calor, la calor que se siente aquí es muy menor a la de Ciudad Costera

-Sí, es cierto, te invito a que me acompañes un postre ¿te gustan los postres?

-Me encantan

-Entonces ven

Acompañe a Samantha hasta el gran jardín, donde ya había una mesa con al menos 6 postres pequeños de sabor vainilla, fresa y chocolate

-Estos postres los hago yo, la familia vive de esto, tenemos una pastelería en el centro del pueblo y una pastelería mediana en Ciudad Costera por eso he podido ir allá- algo de lo que pude darme cuenta, es que Samantha habla demasiado- ¿y estudias o trabajas?

-Por el momento no, no quede en el examen de ingreso a la universidad, entonces esperaré cuando vuelva a abrir las convocatorias

-Bueno, yo estudio gastronomía, la universidad me queda a una hora, pero me gusta lo que estudio ¿cuantos años tienes?

-18

-Yo tengo 19, casi 20 en dos semanas, si aún sigues aquí, estás invitada a mi cumpleaños- La conversación seguía y seguía, mientras comía solo pensaba "esta chica habla mucho y de todo" después de su invitación, me despido de Sam, afuera de la casa, veo a lo lejos que alguien se acerca, mirándola bien era Emma, al darse cuenta de mi, me sonríe, la espero

-Hola, Alondra, me imagino que estás aquí para hablar con tu mamá ¿pudiste?

-Sí, si pude, vendrá el fin de semana, me recibió tu hija, se parece mucho a ti

-Me imagino que también te hablo mucho, habla demasiado y eso que soy su mamá- ambas nos reímos, -sí, también me hablo mucho, me iré, tengo que ordenar mi ropa y veré que hago de almuerzo

-Está bien, Alondra, hasta luego

-Hasta luego

Llegue a la casa y esa sensación de inquietud y con lo que me pasó, el estar sola, sería todo un desafío, tome mi diario dispuesta a escribir lo que me pasó la noche anterior y en el baño ¿qué me sucede ante esta presencia? ¿Qué sucede aquí?