DOS
Estaba hecho. Les habíamos ganado otro partido épico a un equipo contra el que habíamos perdido el año pasado, lo que nos acercaba un poco más a la final.
Uno de mis compañeros, Taehyung, me agarró por la espalda y me abrazó. Nos dimos cabezazos con los cascos y sonreímos. Era su último año jugando al fútbol profesional, y todos queríamos darle su primer anillo antes de esa
retirada.No necesitábamos decir nada. Él había intentado restarle importancia a ganar esta temporada, pero no nos había engañado. Con una carrera plagada de
lesiones, seguía siendo uno de los jugadores más entregados que habíamos tenido nunca. De todos nosotros, se merecía esto.Los aficionados se volvieron locos. Era un partido fuera de casa y aún así me impresionaba lo lejos que viajaba la gente para vernos jugar. Y como siempre, me volví casi a cámara lenta hacia los asientos que nuestro equipo
directivo siempre reservaba para los familiares que estaban allí para apoyarnos.La mayoría eran novias y esposas sentadas en el estadio, muy unidas por el factor común de tener a su pareja como futbolista profesional. Mi novia Sienna animaba, sin tener en cuenta a las otras esposas que eran más reservadas, pero su apoyo no hizo nada para detener el dolor en mi pecho. Otro partido y él no había aparecido. El asiento que le había reservado estaba
vacío. Después de casi seis años de partidos profesionales, habría renunciado a esperar que estuviera allí.Siempre me quedaba decepcionado, pero esperaba y deseaba que algún día hubiera sido capaz de perdonarme. Ni siquiera necesitaba hablar conmigo. Podía aparecer y luego desaparecer. Con eso habría bastado, o eso intenté convencerme, aunque probablemente no fuera cierto.
—¿Estás bien, hijo?
Me giré en la dirección de la voz del entrenador Matthews para encontrarlo frunciendo el ceño preocupado. Me dio un vuelco el corazón cuando me llamó hijo. Yo no era su hijo, y odiaba que me llamara así. Me recordaba que la había cagado y había arruinado la única relación que me importaba en este mundo. Ahora tenía todo lo que podía haber pedido, pero lo único que quería
era a mi padre.—Estoy bien, entrenador. —Forcé una sonrisa, y por la expresión de su cara, no estaba muy convencido, pero lo dejó pasar.
—Ve a los vestuarios con los demás. Randall ya está allí para echarte un
vistazo. Cuando de su aprobación, ya sabes lo que tienes que hacer. —Sí, entrenador.Nuestra celebración se vio interrumpida por un recordatorio de que nuestros compañeros habían sido multados la última vez por celebración excesiva y conducta antideportiva. Me apresuré a entrar en los vestuarios, mientras los demás iban entrando de uno en uno. Seguimos la rutina habitual de hidratación y uno de los médicos del equipo nos revisó por si teníamos algún rasguño o moratón que requiriera atención urgente. Luego nos duchamos y nos vestimos.
—¿Estás bien, hombre? —Taehyung se me acercó cuando terminé de ducharme. Al igual que yo, era gay, y habíamos tonteado un par de veces en
secreto, sabiendo que si alguno de nuestros compañeros de equipo se enteraba nos meteríamos en un buen lío. Sin embargo, el sexo se había esfumado con el tiempo y lo que quedaba era una amistad que ninguno de los dos había previsto.Eso parecía todo lo que podía hacer estos días. Amigos. Cada vez que
intentaba iniciar una relación sexual con alguien, aunque al principio hubiera interés, se esfumaba. Por mucho que intentara no examinar la razón demasiado de cerca, sabía la verdad. Todas las relaciones habían muerto porque no lo involucraban a él. ¿Cómo iba a entregar mi corazón a otro si ni siquiera estaba aquí en Florida conmigo?La había cagado y lo había dejado en Mobile, Alabama.
—Sí, estoy bien —le dije, al tiempo que la bilis se apoderaba de mi boca, una respuesta directa a la ansiedad que me corroía las entrañas. Salí corriendo de los vestuarios y me dirigí a los baños oficiales, donde apenas encontré un
cubículo vacío antes de empezar a vomitar. Sobre todo agua y la bebida
energética que había consumido. Nunca pude comer casi nada antes de un partido, y menos mal, porque si no lo habría vomitado todo.
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¥levƴ¥ Kookmin.
FanfictionÉl es una famosa estrella del fútbol americano acostumbrada a conseguir lo que quiere. Y lo que Jungkook quiere es que su padre esté entre el público de sus partidos coreando su nombre. No sólo porque es el padre de Jungkook, sino también su amante...