how's the weather up there? ❀ mingguk [omegaverse]

¹

—¿Una fiesta? —cuestionó Jungkook mientras cosía un vestido.

Yoongi y él estaban en su taller que inicialmente era una de las habitaciones más grandes de la pequeña mansión. Su familia de cuatro personas vivía cómodamente en un condominio de casas de lujo en una de las zonas más caras de Seúl. Lo que se compraban era el terreno y luego el comprador era libre de construir su casa como más le gustara. Sus padres habían esperado un año para poder vivir ahí, pero había valido la pena al apreciar la linda casa moderna con influencias del Renacimiento.

Jeongguk inmediatamente había pedido una habitación exclusivamente para su taller y su padre se encargó de escuchar todo lo que necesitaba para equiparlo. Jeongguk había sido inmensamente feliz al ver su taller y a veces se la pasaba más allí que en su habitación.

—Sí, por la finalización del semestre. Ya sabes, Jackson siempre organiza las mejores fiestas en una de sus tantas casas vacacionales.

—Mmh, no sé ¿No me abandonarás como siempre haces? —lo miró de soslayo, recalcando el "siempre". Yoongi suspiró, derrotado.

—¡Vamos, Gguk, fue nomás una vez!

—Claro, fue nomás una vez con Changwon, una vez con Leesom, otra vez con Sonjin, la otra vez con-

—¿Cómo es que te acuerdas de todos sus nombres? Ni siquiera yo los recordaba —preguntó Yoongi con asombro, rascándose la cabeza.

—Hablabas tantas veces de ellos que es imposible no acordarse, rezaba para que alguno por fin pudiera soportarte.

Yoongi se quedó en silencio, pero mirándolo de forma mortífera.

—Estaría bien salir con mi mejor amigo si tan solo no me abandonara con el primer alfa que le endulzara el oído.

—¿Me estás diciendo facilón?

—No, en realidad eres bastante exigente. Debo admitir que todos con los que has salido han sido guapos, lo que no sabes determinar es si un bueno o no.

—Aish, vamos. Ninguno era narcotraficante —refunfuñó, cruzándose de brazos y dejando caer la espalda en la mecedora, balanceándose.

—Podría no serlo, pero unos tenían pareja. Otros eran radioactivos. Otros no sabían los que querían y ¡Uno incluso era gay de clóset! Tienes que mandar a revisar tu radar de candidatos para relación estable, Gi.

Yoongi resopló.

—¿Como terminamos hablando de mi desastrosa vida amorosa? Te estaba pidiendo que me acompañaras a la fiesta de Jackson.

—Si me prometes no irte a lamerle las bolas a un cualquiera por ahí, iré.

—Bien, bien. Lo prometo —aceptó a regañadientes, enfurruñado—. ¿Qué tal si el que abandona al otro no soy yo?

Jeongguk le dirigió una ceja alzada.

—¿Qué insinúas?

—Insinúo que podrías conseguirte a alguien.

—Gi, sabes que soy un repelente de alfas.

—¿Has conocido a todos los alfas en la faz de la tierra? No. Quién sabe, podrías conocer a alguien con ganas de mejorar sus genes familiares.

Jeongguk soltó una risita.

—Eso sería casi un milagro mandado de algún dios que se compadeció de mí.

—Nunca digas nunca ¿No es lo que me dices a mi cada vez que te lleno de mocos por un alfa estúpido?

—Y nunca te has encontrado con uno bueno.