'🦋:Capítulo Uno

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Jimin, un hermoso omega de ojos azules, cabello rubio y esponjoso, tenía una linda sonrisa que era capaz de enamorar a cualquiera. Y ni hablar de su linda personalidad, el omega tenía un carisma encatandor, nadie en su sano jucio sería capaz de odiar al omega.
Tenía un cuerpo envidiable, un exquisito aroma que enloquecia a los alfas.

Jimin era considerado el omega perfecto. Claro, sin mencionar que era el hijo de Park Taehyung, quien ocupaba el segundo lugar en la categoría de los alfas millonarios.

Pero ese noble corazón que tenía, llegó hasta las manos de Jeon Jungkook, él heredero de las empresas Jeon. El padre de Jungkook era quien ocupaba el primer lugar en la categoría de los alfas millonarios. Aunque Jungkook también deseaba estar en esa categoría, que su nombre ocupará el primer lugar.

Nadie, absolutamente nadie se imagino que Jimin, sería el omega destinado de Jeon Jungkook, un alfa alto, guapo, con un buen cuerpo y un aroma que hacia mojar las bragas de cualquier omega.

Claro que, a diferencia de Jimin, Jungkook tenía un desperfecto, y era un hombre entregado al trabajo, y serio.

¿Como Jimin siendo un omega tan dulce podía estar con Jungkook, un alfa tan insipido? Esa pregunta se la hacia todo el mundo.

Pero Jimin había caído profundamente enamorado, y no solo por el hecho que Jungkook era tremendamente guapo, sino que, era su destinado, encontrar a tu alma gemela era como encontrar un tesoro, o incluso más.

Y por más extraño y nada creíble que pareciera, Jungkook también se había enamorado de Jimin, su exquisito aroma lo había cautivado por completo, y sus hermosos ojos azules.

Se conocieron en una fiesta, donde solo habían asistido alfas y omegas importantes del país. Su encuentro fue único, Jimin solo deseaba alejarse de la bullicia, y poder respirar en paz. Y buscando un lugar donde estar, se topo con el alfa Jeon.

Quien buscaba lo mismo que él, los cautivantes ojos azules de Jimin lo hipnotizaron, recuerda muy bien haberse perdido en ese inmenso mar. Y sintió a su alfa saltar de emoción, cuando un brillo resultó en los ojos del omega, ambos habían sentido la conexión.

Y Jimin estaba igual, feliz porque había encontrado a su alfa destinado. Desde esa noche, Jungkook le invito a verse en otro lugar más privado, y el beso que el alfa le dio en la mejilla a Jimin no pasó desapercibido por nadie de la fiesta.

Luego de unas cuantas salidas, Jungkook le propuso ser su omega oficial, Jimin aceptó, todo era perfecto, bueno, casi todo. Jungkook era poco demostrativo. Habían ocasiones donde Jimin cuestionaba la manera de ser del alfa.

Pero siempre Jungkook borrará esas inseguridades con pequeñas muestras de amor.

Hasta que, el alfa le propuso matrimonio, Jimin aceptó, era el omega más feliz del mundo. Pero desgraciadamente, las cosas no fueron como se lo imagino. Si Jungkook antes de estar casados era poco cariñoso, estando casados y viviendo en la misma casa era aun peor.

Aunque su padre le preguntó si estaba seguro de casarse, le advirtió sobre Jungkook, su madre también lo hizo y sus hermanos.

Pero Jimin estaba enamorado de Jungkook, y creía que quizás Jungkook cambiaría un poco.

Ahora llevaban un año de matrimonio, Jimin no podía decir que todo había sido sombrío con Jungkook, pues habían momentos lindos que tenía con el alfa, pero estos eran escasos, ya que Jungkook prefería pasar en la empresa la mayor parte del tiempo, y rara vez lo miraba.

Jimin sentía que cada día se sentía más solo, necesitaba de su alfa, necesitaba de su presencia.

— Buenos días, omega. - Saludo Jungkook bajando las escaleras, y como siempre, luciendo un traje amoldado a su cuerpo, con una garbandina negra encima. Y su preciado maletín.

KRYPTONITA 🦋 KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora