Me alejé de inmediato de la ventana, sentándome extrañado sobre la cama. Nunca antes había tenido la oportunidad de ver a un lobo como el que acababa de presenciar. Sentía mi corazón latir a mil por hora, escalofríos recorrer cada parte de mi cuerpo.
Soy Elliot Sanles, tengo veintiséis años de edad, mi trabajo se especializa en ser representante comercial, razón por la que suelo viajar constantemente a pueblos, y comunidades rurales, pero este pueblo es la primera vez que tengo la oportunidad de visitar. Soy un chico extrovertido, me gusta interactuar con los demás, aunque no tenga tantos amigos en mi lista de contactos ¿Extraño, no?. yo digo que bastante.
Mis padres fallecieron cuando cumplí los dieciocho años de edad, por lo que tuve que salir adelante sólo, y terminar mis estudios con esfuerzo propio.
Mis ojos son de un color verde esmeralda. Un verde más brillante con un toque azulado, no muy común. Mi cabello es negro, tan negro como la oscuridad de la noche.
Después de haber visto a ese lobo a través de la ventana, me asomé una vez más, pero ya no se encontraba allí, suspiré muy ondo, antes de salir de mi habitación a recepción.
Al salir, me encontré con la misma señora de hace un momento.
- ¿Disculpe?- Dije, la señora me volteó a ver con evidente seriedad en su rostro.
- ¿Se le ofrece algo, joven?- Me preguntó colocando varios papeles encima del mostrador. Me quedé en silencio por un momento, observando el bosque a través de la ventana de al lado, es un lugar realmente aterrador con sólo verlo desde la distancia.
- Sólo quería preguntarle sobre el bosque. Acabo de escuchar aullidos muy cerca, y ví un lobo a la distancia, ¿Los aullidos son muy frecuentes, aquí?- La señora me miró extraño, pero supongo que si sabe de lo que hablo.
- Verá, es sólo que necesito total silencio por mi trabajo, y descansar bien para el día de mañana, y tantos aullidos no me dejarían dormir - Agregué esperando su respuesta. Sin embargo, sólo permaneció en silencio mirándome fijamente por un largo tiempo.
- No, Joven. Puede estar tranquilo, los aullidos por estos lugares no se escuchan muy a menudo- Me respondió de pronto. Asentí antes de responder con un "gracias" y regresar de vuelta a mi habitación.
Una vez más, caí rendido sobre la cama, quedando profundamente dormido al instante.
~••~
Desperté al escuchar un aullido de lobo proveniente del exterior. Miré la hora en mi teléfono, daban casi las ocho de la noche, no podía creer cuantas horas había dormido.
La señora de recepción al parecer me había mentido, los aullidos si se escuchaban muy amenudo. Ya lo he escuchado dos veces en el poco tiempo que he estado aquí, y es realmente molesto y exasperante.
Abandoné la habitación, pensando en ir a una tienda cercana para comprar comida. Sin embargo, cuando estuve a punto de tocar la puerta, la voz de una chica me detuvo.
- Le recomiendo que no abra esa puerta - Me dijo, yo quedé realmente perplejo.
- ¿Cuál es la razón? Necesito salir a comprar algo - Respondí, pero no obtuve ninguna respuesta, sólo la ví alejarse lentamente mientras me observaba desde la distancia.
- Este pueblo está habitado por locos- Murmuré antes de abrir finalmente la puerta, haciendo caso omiso a esas palabras.
Eran ya las ocho de la noche, aún seguía siendo temprano. Sin embargo, fue algo realmente extraño lo que observé al salir, todas las puertas de las casas de los lugareños se encontraban cerradas, ni una sola alma pude notar por los alrededores. Mientras seguía caminando pude notar también las luces del pueblo apagadas, y ninguna tienda abierta. La oscuridad de la noche era realmente tenebrosa.
No entendía que estaba ocurriendo. Regresé de inmediato al hotel, resignandome a descansar con el estómago vacío esa noche.
Ruidos extraños en el exterior me mantuvieron despierto por un buen rato, decidí no salir, si el pueblo a estas horas se encontraba vacío era porque algo malo seguro afuera ocurría. Así quedé por casi media hora, hasta que finalmente pude cerrar los ojos y dormir.
~•~
En las primeras horas de la mañana, cuando el sol empezaba a asomarse por el horizonte, me encontraba camino a una reunión con unos clientes importantes, justamente era la razón por lo que me encontraba en este lugar. Había decidido quedarme tres días para conocer el pueblo, pero con todo lo que está ocurriendo regresaré a casa mañana mismo.
Me detuve antes en una tienda para comprar algo de comida, ya que anoche no fue posible. Al entrar tomé varias cosas de los estantes, y regresé al mostrador a pagar a una anciana.
- Usted no es de este pueblo - Me dijo repentinamente al guardar todo lo que había comprado dentro de una bolsa.
- ¿Que?- Fue lo único que de mís labios salió. En serio creo que estas personas están tratando de volverme loco.
- No salga a partir de las ocho de la noche - Me advirtió la anciana de la tienda.
- ¿Por qué?- Le pregunté, logrando que se acercase un poco más del mostrador.
- Porque es la hora en la que los lobos salen de lo más profundo del bosque por nosotros, sus presas - Respondió la anciana con voz realmente inquietante y tenebrosa.
Tomé mis cosas, y salí de inmediato del establecimiento con cierta frustración. Me detuve por un momento viendo cómo las personas caminaban como si nada ocurriera, cuando a mí me era imposible olvidar todo lo de anoche, las luces de todo el pueblo apagadas, que los supuestos lobos llegaban del bosque por sus presas. Lo más inquietante era la manera en la que todos me observaban.
Sinceramente ya no puedo quedarme un día más en este aterrador pueblo.
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Mi humano✔️
WerewolfElliot, un chico extrovertido, y amable, perteneciente a la gran ciudad de los angeles. Por motivos de trabajo, tiene que viajar a un pequeño pueblo a las afuera de la ciudad, rodeado por un extenso e inusual bosque. La extrañeza de los lugareños lo...