Cerrando los ojos, dejó que el viento despejara su rostro de los rebeldes cabellos platinados que se adherían temporalmente a su piel. Los abrió lentamente, encontrándose rodeada de delicados pétalos de cerezo. Frente a ella, de pie, se encontraba una persona de cabello azabache y mirada cansada, pero curiosa ante la actitud de la joven aspirante a héroe.
Sus ojos, tan extraños como cautivadores, tenían un magnetismo que hacía que cualquiera en la calle se detuviera a admirarla. Aunque ya estaba acostumbrada a ello, en este momento también sentía curiosidad por la otra persona.
Por su parte, Shota no pudo evitar hablar. Mentiría si dijera que nunca se había encontrado con personas que disfrutaran de la soledad y el silencio. Él mismo era un claro ejemplo.
—¿No deberías estar socializando con tus compañeras? —preguntó, sin recibir respuesta. La chica simplemente lo observó atentamente. En la mente del profesor surgieron varios comentarios pasivo-agresivos, pero recordó que no todos los adolescentes podían ser tan calmados y reservados como él, así que se limitó a hacer una mueca mientras arqueaba las cejas—. ¿Vas a contestar o no?
—No. —No quería sonar grosera ni distante, pero la verdad era que no tenía idea de qué responder. Su reputación de ser una chica de pocas palabras, a veces hirientes, la precedía.
—Genial —dijo él, con un tono que la sobresaltó un poco. Pensó que había metido la pata en su primer día en la UA, pero su curiosidad aumentó al ver la sonrisa torcida del héroe—. Eres una niña de pocas palabras, ¿verdad?
Al parecer, el héroe no la había reconocido, al igual que sus nuevos compañeros. Eso le agradaba. Ser el centro de atención cada vez que salía no era tan maravilloso como algunos suponían. La fama, a veces, era una carga. El "qué dirán" era un pensamiento común y absurdo que muchos se negaban a abandonar, buscando la perfección en sus vidas rotas y miserables.
Abrió los ojos, un tanto sorprendida por la reacción del hombre. Sin poder evitarlo, ladeó la cabeza como una niña pequeña e inocente, incapaz de comprender del todo las acciones y reacciones de los demás. Quería saber el porqué de esa curiosidad en él, pero su naturaleza reservada le impedía preguntar.
Shota observó el gesto, notando la confusión en su mirada. Había algo intrigante en la forma en que ella se comportaba, como si estuviera desconectada de las expectativas sociales que la mayoría de los jóvenes seguían sin cuestionar.
—Pareces desconcertada —comentó él, con un tono que se mezclaba entre la curiosidad y la calma—. ¿Qué es lo que te confunde?
Ella lo miró, sin responder de inmediato. Las palabras parecían querer formarse en su mente, pero se desvanecían antes de llegar a sus labios. No estaba acostumbrada a que alguien intentara entenderla, mucho menos alguien como él.
ESTÁS LEYENDO
« ALMAS ERRANTES » [ AIZAWA SHOTA ]
FanfictionEn "Almas Errantes", dos espíritus solitarios, un profesor y una alumna, se encuentran en la quietud de sus propios mundos. Un romance prohibido por la diferencia de edad, donde el silencio es su refugio y el conocimiento su lenguaje. Juntos, desafi...